Algeciras

La vecina de El Cobre que denunció a la familia de su ex, condenada por amenazas

  • Los tribunales también fallan contra ella por "simulación de un delito", tras acusar a su expareja de un caso de malos tratos

Los tribunales fallaron ya en dos ocasiones contra la vecina de la carretera de El Cobre, M.P., que denunció a su expareja por supuestos malos tratos y a la familia de éste por supuestas amenazas y reiteradas presiones. Según dos sentencias a las que ha tenido acceso este periódico, la Justicia condenó el pasado 18 de julio de 2011 a esta mujer por "simulación de un delito", tras acusar a su antigua pareja de malos tratos. De hecho, en el propio dictamen, la juez destacó que M.P. se desdijo y argumentó que "el falso reproche lo realizó motivada por la recuperación de un inmueble".

"Esta chica llamó a la policía y denunció a mi hijo por malos tratos. Les dijo que la había amenazado con una escopeta. Y los agentes cuando fueron a buscarlo a él, resulta que llevaba dos horas ya en la Comisaría comentándoles la situación con esta chica y los propios agentes les dijeron a sus compañeros que era imposible que lo hubiera cometido porque había estado allí durante ese tiempo", indicó la madre de la expareja.

Por su parte, en otra sentencia publicada este mismo mes de septiembre, la magistrada condenó a esta mujer al pago de una multa de 90 euros más las costas, por amenazar a la madre y a otro familiar de su expareja. "Ella es la que nos hace la vida imposible. Ella se metió en mi casa y no quiere salir de allí. Lo único que quiere es quedarse con la vivienda y sacarnos dinero", explicó A. M. C., la progenitora de la expareja de M.P.. Ésta última se encuentra embarazada de seis meses del hijo de A. M. C.

Según explicó la familia de la expareja de la chica, el conflicto comenzó hace tiempo. "Esta joven comenzó una relación con mi hijo y un día le dijo que sus padres la habían echado de casa y si se podía quedar a vivir en la vivienda que ahora ocupa -este inmueble, propiedad de la madre, se encuentra pegado a la casa familiar-. Mi hijo le contestó que sí; pero meses después le comentó de irse a vivir juntos a otro lado y pagar el alquiler, entonces ella se negó y afirmó que de allí no se marchaba", explicó la madre. M.P.. habita en una casa sin agua corriente, ni luz eléctrica -está enganchada a una farola, tal y como reconoció ella misma-. "Es que cuando la ocupó estaba en plena reforma", apostilló la progenitora de su expareja.

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