La lluvia impuso otra forma de vivir el Viernes Santo a las tres hermandades de Algeciras, que decidieron no procesionar y abrieron sus templos a los fieles para que pudieran rezar ante sus queridas imágenes. El Santo Entierro y María Santísima de la Soledad, el Santísimo Cristo de la Caridad en el misterio de su Sagrada Mortaja y el Santísimo Cristo de la Misericordia se quedaron bajo techo con acierto, puesto que a partir de las 20:00 se abrió el cielo y llovió con intensidad. 

En el Corpus Christi, a las 19.30 se celebró una oración para los hermanos. Tras el acto penitencial, a las 20:00 se abrieron las puertas del templo para el rezo del Sermón de las Siete Palabras y para que entraran los fieles y contemplaran las imágenes (el Cristo de la Misericordia, pero también Jesús en su Oración en el Huerto y Nuestra Señora del Buen Fin, que no hicieron la estación de penitencia el Domingo de Ramos por culpa del temporal). Diego Franco, hermano mayor de El Huerto, se mostró agradecido a los hermanos por la comprensión: "El patrimonio humano y el artístico hay que preservarlo, estaba claro que no se iba a poder salir. Lo han entendido los hermanos y hay que agradecérselo siempre".   

El Cristo de la Misericordia, Jesús en el Huerto y Nuestra Señora del Buen Fin, en el interior del Corpus Christi de Algeciras.

En la Iglesia de la Palma, la veteranísima hermandad del Santo Entierro volvió a quedarse bajo techo por el agua. En los últimos ocho años es la cuarta vez que le sucede. Cándido Romaguera, hermano mayor, lo recordó así. "Es un decisión difícil por el sentimiento pero fácil porque los partes meteorológicos nos lo decían desde hace días, no se puede poner en riesgo el patrimonio humano ni artístico de la hermandad", dijo. La estación de penitencia se hizo dentro del templo mayor algecireño. Comenzó con La muerte no es el final, cantado por los militares del Racta-5 y la Asociación de Veteranos Paracaidistas, y después se realizaron lecturas de la pasión, de la crucifixión al sepulcro, intercaladas con una chicotá del Cristo y otra de la Virgen tras las primeras levantás. La del Cristo corrió a cargo del coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, Francisco Almansa, y la Soledad, de Diego González Ramos, vice hermano mayor, cuya esposa, Palma, sufrió el Viernes Santo del año pasado un ictus y días después falleció. Hasta las 23:30 la iglesia permaneció abierta.  

La Mortaja.

Las puertas de la Casa de Hermandad de la calle Teniente Miranda se abrieron, a las 21:15, hora en la que tenía previsto llevarse a cabo la salida, para que los hermanos con papeletas de sitio entraran a participar en un Vía Crucis con el Santísimo Cristo de la Caridad, yacente y siendo descendido de la cruz, en brazos de su madre, María Santísima de la Piedad. En el mismo paso, junto a los dos titulares, aparecen otras imágenes como San Juan, las Tres Marías, Nicodemo y José de Arimatea, además de la cruz vacía con el sudario aún colgando. La Sagrada Mortaja entregó este Viernes Santo a mediodía el premio Ubi Charita (Donde está la caridad) a Pepe Ramírez, director de Cáritas Las Colinas.