No es la primera vez que un cineasta sienta en el banquillo a un abogado envuelto en polémica. En uno de los episodios de su excelente serie para televisión First Person, Errol Morris entrevistaba con su característico estilo incisivo al torrencial Murray Richman, famoso por sus pocos escrúpulos y abundante cinismo a la hora de defender a algunos de los miembros más poderosos de la mafia norteamericana.
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