Se avecinan tiempos de cambios y, a su vez, de consolidación por parte de Trasmediterránea. Es el momento de analizar los nuevos tiempos, nuevas estrategias y nuevas vías de negocio.

-¿Qué opina sobre las condiciones impuestas por la Marina Mercante con respecto a las líneas del Estrecho?

-La Marina Mercante nos ha planteado su interés en unir la fachada sur que englobaba Melilla y Ceuta en dos contratos distintos pero desconocemos aún el pliego de base. Será un pliego muy exigente y en el caso de Ceuta tiene una asignación de dos millones y medio de euros y obliga al mantenimiento de dos barcos en servicio con más rotaciones al día, en el que uno debe ser convencional y otro debe ser rápido. Es un planteamiento de concurso muy distinto al anterior y sólo le puedo decir que lo estudiaremos. No dejaremos escapar la oportunidad de estudiarlo a fondo. Tenemos esta preocupación y no sabemos tampoco el tiempo de frecuencia que se va a pedir, ni la calidad de los buques. Sí sabemos que la dotación económica, para colmo, va a ser inferior y lógicamente tendremos el interrogante sobre si con menos dotación económica seríamos capaces de hacer las mismas cosas que antes. Si se pide más calidad, más frecuencia y se da la mitad del dinero, de alguna manera habrá que ver el milagro cómo se hace. Pero lógicamente tenemos esa preocupación.

-¿Tanto como para llegar a tenerse que decantar por Ceuta o por Melilla?

-No, en principio queremos ir a por los dos contratos, pero habrá que ver cómo es el pliego. El de Meilla es muy exigente y si las condiciones económicas del contrato son tan limitadas, tendremos que decidir y ver qué somos capaces de ofertar por esas condiciones.

-¿Cuál podría ser el motivo de esta cambio en las condiciones?

-Creo que la Administración española y la europea tratan de restringir al máximo este tipo de contratos y dejar que el mercado atienda libremente y en competencia. Tratan de reducir las aportaciones económicas, es algo normal dentro de una serie de políticas con restricciones presupuestarias. Pues a esto también le ha tocado. Lo que no sé es qué seremos nosotros capaces de ofrecer cuando se nos pida lo mismo con mucha menos aportación. No tardará mucho en publicarse las condiciones del contrato y será ahí donde tendremos que tomar una decisión.

-¿Tienen ya un destino para la terminal de contenedores TCA de Algeciras?

-No tenemos aún nada claro al respecto.

-¿La nueva Ley de Puertos ha nacido ya con imperfecciones?

-El tema de la aplicación de los coeficientes y de las bonificaciones a los tráficos relevantes ha creado una situación que no creo que se prorrogue en el tiempo. Estoy seguro de que en la mente del legislador nunca existió la sospecha de que se montara una polémica similar a la planteada entre Cádiz y Huelva.

-¿Qué tal marcha el idilio entre Trasmediterránea y el puerto de Cádiz?

-Muy satisfactorio, creo, que para ambas partes. Tenemos volcada toda la actividad de Trasmediterránea con Canarias en el puerto de Cádiz. De hecho la construcción de la nueva terminal roro que indica, con claridad, que la intención de Trasmediterránea es la de contar con Cádiz durante mucho tiempo.

-¿Habéis recibido alguna oferta de compra de vuestra sede de Canalejas?

-Alguna ha habido ya, pero los tiempos de crisis no ayudan y la cosa no está como para lograr vender nada pero, vamos, ahí estamos esperando una oferta buena, aunque realmente, prisa, no hay ninguna.

-A raíz de la polémica suscitada por el calificado por Rafael Barra como "desleal" proceder por parte del puerto de Huelva, ¿Entra en vuestros planes exigir a Cádiz bonificaciones similares a las ofrecidas a Navieras Armas?

-Sobre ese particular, Barra ha tomado el banderín de esa causa. Aún es pronto para valorar realmente el impacto que Huelva pueda tener sobre los tráficos de Cádiz y para saber qué parte de nuestra carga podría verse afectada. Los próximos planes de empresa de las autoridades portuarias darán el tratamiento adecuado a toda esta cuestión.

-¿Pero le han planteado a Barra un tratamiento similar al que Huelva le dispensa a Armas?

-Lo que sí hemos hecho ha sido trasladar al presidente de la Autoridad Portuaria de Cádiz nuestra preocupación. Evidentemente no queremos que Cádiz se convierta en un puerto menos competitivo que el de Huelva.

-¿Tienen cifras que reflejen cómo va el negocio con Cádiz?

-El negocio aquí está plano. Hemos tenido que reducir nuestra oferta con Cádiz en materia de tráfico de contenedores que es la que menos nos aporta. Tenemos constancia de que los tráficos de pasajeros con Canarias y el referido a abastecimiento de las islas va a mejorar este 2011, especialmente en verano, sobre todo por las tensiones en los países del Magreb. Todo esto nos puede ayudar a encontrar el equilibrio.

-¿Se plantean promocionar cruceros por las islas al estilo de los que vende Armas desde Huelva?

-El tráfico de pasajeros con Canarias es el que es. En las mejores condiciones se han movido 40.000 pasajeros. En este momento movemos 30.000. Tenemos la competencia de los vuelos en low cost. Contra eso, lo que tratamos de crear es una oferta en la que el pasajero encuentre una buena acomodación a bordo. Los buques que pone Trasmediterránea ofrecen comodidad pero la única manera de hacer que este negocio sea sostenible necesitamos del equilibrio entre pasaje y carga, siempre anteponiendo el confort del pasajero.

-¿Hay buenas noticias para los Astilleros de Cádiz?

-Me temo que no, de momento. Hombre, no olvidemos que, como armadores, seguiremos construyendo barcos. Pero lo cierto es que hay demasiados barcos que están ahora parados. Encontramos en el mercado muy buenas ofertas que nos invitan a alternar el buque propio con el fletado.