El empresario linense Pepe Cote recibió un sentido homenaje de parte de familiares y amigos con motivo de su jubilación después de casi 30 años al frente de su negocio dedicado al montaje de cocinas. Ahora sus hijos continuarán con la empresa.

Pepe Cote comenzó la andadura de su negocio propio en torno a 1990, después de salir de la empresa en la que trabajaba. "Tenía claro que dentro del mueble de cocina me quedaba mucho que decir, quería hacer algo diferente, un concepto de cocina que tuviera mi sello personal", explica el propio Cote.

El empresario recuerda que sus inicios fueron "muy duros". "Empecé en un gallinero en la venta Castañeda, sin nada, a base de trabajo. He estado al frente casi 30 años sin descanso, mi vida era el trabajo y la fábrica, no conocía otra religión. Lo he hecho lo mejor que he podido".

Sin embargo Pepe Cote no se arrepiente de haberse embarcado en el mundo empresarial. "En absoluto, he vivido por y para ello, me han acompañado muy buenos trabajadores y amigos a los que les estaré siempre profundamente agradecido por todo su esfuerzo y trabajo.

Ahora serán los hijos los que se hagan cargo de un negocio que acumula una importante trayectoria en la ciudad. "Espero que puedan seguir con el mismo empeño y esfuerzo que yo hice. Me gustaría que tuvieran la humildad, constancia, ganas de mejorar y aprender que yo siempre tuve. Les deseo lo mejor", sentencia Pepe Cote tras jubilarse.