Había relativa expectación el pasado jueves ante la visita del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, por más que la experiencia recomiende ser incrédulos. "El día amanece en el puerto de Algeciras. Hoy, anuncios importantes de inversiones para toda esta zona", había anunciado Óscar Puente esa misma mañana a través de uno de sus afamados tuits. En el auditorio Millán Picazo de Algeciras se dieron cita autoridades de PSOE y PP, representantes empresariales y sindicales y algo de prensa. También lo hizo la consejera del ramo, Rocío Díaz, a la que se dio oportunidad de exponer el minuto y resultado de los proyectos de la Junta de Andalucía. En el menú había puentes, variantes, desdoblamientos, nuevos accesos por carretera, conexiones ferroviarias, subestaciones eléctricas, apartaderos para los trenes, en definitiva, muchos y variados ingredientes, pero el resultado fue una sobrehúsa de cifras y proyectos ya conocidos, pasados de cocción en algún caso. Más ruido que nueces. Por no haber, tampoco plazos asumibles o concretos.

Puente sostuvo, por ejemplo, que el conjunto de las inversiones previstas en la Algeciras-Bobadilla serán una realidad a lo largo de la presente legislatura, es decir, como máximo, en 2027. La previsión se antoja complicada: hasta la fecha y después de varias décadas de promesas, tan solo se han ejecutado, licitado o autorizado dos terceras partes de las actuaciones previstas en sus 176 kilómetros, que comprende 66 pasos a nivel, 15 túneles, 108 puentes y 21 apartaderos. El ruidoso tren que presta ahora el servicio tarda tres horas en recorrerlo: hagan la media de la velocidad y verán que un Vespino no le iría a la zaga. Además, la electrificación de la línea llevará su propio ritmo, teniendo en cuenta que Red Eléctrica debe construir alguna que otra subestación y tirar kilómetros de cables acá y allá.

La cita no fue aprovechada tampoco por la consejera para hacer gala del expediente de su departamento, en blanco en los últimos años en lo referente a la comarca

No es mejor el panorama en el ámbito de las carreteras competencia del Estado, salvo en lo referente al Acceso Sur de Algeciras -41,9 millones de euros- que avanza día a día y que se encuentra a un 30% de su ejecución. Sobre el resto de obras existentes sobre los planos tampoco dio plazos el ministro. El nuevo túnel en el Acceso Norte y la nueva variante de la ciudad, el tercer carril en la A-7 entre Los Barrios y San Roque, el desdoble de la N-340 entre Algeciras, Tarifa y Vejer, la remodelación del cruce del Toril y la circunvalación de la Bahía de Algeciras componen un listado de proyectos que vienen pasando, comicio tras comicio, de un programa electoral a otro con un simple corte y pega de textos.

La cita no fue aprovechada tampoco por la consejera para hacer gala del expediente de su departamento, en blanco en los últimos años en lo referente a la comarca. Por parte de Díaz hubo mucha llamada a la colaboración entre administraciones, pero nada de nada, por ejemplo, sobre el llamado Bus Rapid Transit -traducción: una flota de autobuses que con etiqueta eco conectarán el área metropolitana de la Bahía de Algeciras por medio de un carril adicional de la A-7- ni sobre el desdoble de la carretera de El Higuerón (A-383), en La Línea. De hecho, los Presupuestos de la Junta para 2024 son más bien cortitos en el ámbito de las infraestructuras en el Campo de Gibraltar.

Los Barrios, un acuerdo en el aire

No va con bromas el alcalde de Los Barrios, Miguel Alconchel, que ha puesto a pique de un repique su acuerdo de gobierno con el PP en el Ayuntamiento y la Mancomunidad. La ausencia de inversiones en el municipio por parte de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Cádiz -ambas controladas por los populares- es un hecho notorio que contrasta con las realizadas por ambas administraciones en La Línea de la Concepción. Y escuece.

El PP barreño ha reaccionado sin aspavientos y con deportividad. Es más, no niega que su parte del acuerdo siga pendiente de cumplirse

Como aperitivo, el regidor barreño ha anunciado el “cese temporal” en sus funciones de los dos tenientes de alcalde del PP, aunque lejos de mostrar su contrariedad, sus aún socios han reaccionado sin aspavientos y con deportividad. Es más, no han negado que su parte del acuerdo sigue pendiente de cumplirse. De momento, han convocado a la comisión de seguimiento del pacto para dar carácter de normalidad al asunto.

Según la versión deslizada por los populares, el acuerdo firmado en junio del año pasado con Los Barrios 100x100 se daba un año de plazo para activarlo, por lo que entienden que -a pesar de que ni en los presupuestos de la Junta ni en los Diputación haya rastro de dinero- tienen aún unos cuantos meses por delante para ejecutarlo.

La jugada de Alconchel comporta algunos riesgos de llevarla a su último extremo: la pérdida del apoyo del PP cortaría de inmediato el respaldo a Los Barrios de las instituciones en manos de este partido (no son solo las inversiones públicas, también cuenta la agilización de proyectos privados) y le dejaría sin mayoría absoluta en el Ayuntamiento.

Sin el PP, la única alternativa que le quedaría al alcalde de Los Barrios para seguir sin sobresaltos sería el PSOE, con Ruiz Boix presto a brindarse como socio. Hay dos problemas a este respecto. El primero es que, por más que hayan cambiado los nombres y las caras, la infausta herencia en forma de pleitos y deudas que los socialistas dejaron a su paso por el Ayuntamiento barreño no invita, precisamente, a coaligarse con ellos. Si los andalucistas barreños, rebautizados como Los Barrios 100x100, han logrado retener la Alcaldía de forma ininterrumpida desde 2015 ha sido por trazar una raya respecto al PSOE. Y por apoyarse en el PP. El segundo problema es que el PSOE, por más que presida el Gobierno de España, carece del margen de maniobra que sí tienen la Junta de Andalucía y la Diputación de Cádiz para hacer llegar fondos a un municipio.