Provincia de Cádiz

El paro sube un 103% desde 2005 y la población sólo ha aumentado un 5,3%

  • La cifra de desempleados ha crecido en Cádiz en 95.818 personas mientras que los habitantes se han incrementado en 62.700 · Ubrique y San José del Valle, cara y cruz

El simple análisis estadístico arroja cifras muy concluyentes acerca de cómo está hoy la provincia de Cádiz en cuanto al desempleo. Si se compara esa situación en el mes de junio de 2005 con las de junio pasado, resulta que el paro en Cádiz ha crecido en 95.818 personas, un 103,8%. Si entonces el número de gaditanos sin empleo era de 92.275, el de junio pasado llegaba hasta los 188.093 personas sin trabajo. Sin embargo, la población no ha evolucionado, evidentemente, al mismo ritmo.

El caso es que el número de habitantes en la provincia entre el 1 de enero de 2005 y el 1 de enero de 2012 sólo se ha incrementado un 5,3% (en concreto, 62.702 personas más) y hay muchos municipios en los que la nota dominante ha sido el descenso de población. En este capítulo, es la capital gaditana la que destaca, con un aumento del paro en estos siete años del 36,4% (uno de los más bajos porcentualmente de los 44 municipios gaditanos), con 4.358 desempleados más; pero con una reducción del número de habitantes de 6.921 personas.

En este periodo, la localidad en la que se ha producido un mayor incremento en número totales del desempleo ha sido Jerez, con 17.781 más que en junio de 2005 (supone un aumento porcentual del 116,2%). En cuanto a la población, Jerez ha sumado en el mismo periodo algo más de 14.000 nuevos habitantes.

Le sigue Algeciras, con 9.405 parados más en siete años (un 122,9% más) y con 6.500 habitantes más aproximadamente. En términos parecidos se sitúa Chiclana, que contabiliza 9.134 parados más en siete años, con un aumento de población incluso superior: 9.500 personas más en el mismo plazo temporal.

Destaca asimismo Sanlúcar, con un aumento de 6.727 desempleados desde junio de 2005 (un 141,2% más), mientras que la población aumentó en el mismo periodo sólo en 3.757 personas.

De los 44 municipios gaditanos, 26 se situaron por encima de la media provincial en aumento del paro en estos años (más de un 103,8%), mientras que 18 quedaron por debajo de la media. En el primer grupo, el que porcentualmente (comparando el paro con la población) más incrementó su desempleo fue el municipio de San José del Valle. Pese a que en números absolutos sólo aumentó sus parados en 542, porcentualmente supuso un incremento del 277,9%. Su alcalde, el popular Antonio García, manifestó a este periódico sobre las causas de ese incremento, que "el motivo lógico y normal es el que todos conocemos, el aumento brutal de la caída del trabajo en la construcción". Según apuntó García, "en mi pueblo tradicionalmente emigró mucha gente de la agricultura a la construcción y nos hemos encontrado que al explotar la burbuja inmobiliaria, pues todas esas personas no han sido reabsorbidas por el empleo agrario ni por la hostelería, y se ha generado ese gran incremento".

Como posible solución al paro en esta localidad vallense, su alcalde avanza que "pasa por buscar vías alternativas". Así, apuntó que "estamos poniendo en marcha nuevas herramientas como puede ser la creación de un polígono industrial donde ya se han instalado cinco empresas y otras pretenden instalarse, y aunque no van a generar un boom grande empleo, si van a procurar el auto empleo y un empleo de contratación que tienda a aminorar y a bajar estas cifras que son tan sangrantes".

En el lado contrario se encuentra Ubrique. Entre junio de 2005 y junio de 2012 hay 609 desempleados más, lo que supone tan sólo un 25,6% de incremento, el más bajo de toda la provincia de Cádiz. Y es que la preocupante escalada del paro se percibe en la Sierra de Cádiz de modo desigual. Mientras hay municipios como Arcos que sufren índices de desempleo que sonrojan por haber ligado su economía al ladrillo, hay otros como Ubrique, donde la subida del paro está por debajo de la media provincial.

La explicación que da el tejido empresarial de Ubrique es que la marroquinería es el motor económico de la localidad, que repercute en el resto de sectores locales como el comercio, la hostelería, los servicios... Y ésta se ha mantenido "siempre" en unos "mínimos" aunque haya sufrido con virulencia el azote de los mercados chinos y la emigración de las grandes marcas, que de nuevo, están volviendo a la localidad, negociando carga de trabajo.

Así lo ve el presidente de la patronal de la marroquinería, Empiel, José Pulido, quien reconoce el esfuerzo del sector tras la crisis sectorial de 2003, cuando emigraron las grandes marcas a Asia, fracturando el trabajo local. Entonces los marroquineros se arriesgaron para abrir nuevos mercados en el exterior para que la economía de la piel no decayera. "Hemos subido las exportaciones no sólo en Francia, Alemania e Inglaterra. También operamos en Estados Unidos y Asia. Hemos buscado mercados que pudieran pagar ese trabajo de calidad que nos diferencia", explica Pulido.

De igual manera, el empresario reconoce que la marroquinería, frente a otros sectores como la agricultura, ha podido absorber, de nuevo, la mano de obra de aquellos jóvenes que buscaron un empleo en la construcción, en la Costa del Sol, y que han pedido, otra vez, refugio en las petacas cuando han vuelto a sus casas. "El sector los ha recuperado cuando ha habido demanda. En muchos casos ha sido mano de obra cualificada", dice Pulido.

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