La dirección del grupo Comarit-Comanav Ferry está convencida de que en tres semanas llegará la solución para los 104 tripulantes que permanecen en Algeciras desde hace seis meses a bordo de cuatro buques de la compañía retenidos en el puerto. Así lo manifestó la empresa en una misiva enviada a los trabajadores en la tarde del miércoles, horas antes de la concentración que ayer protagonizó una representación de los marineros afectados ante la sede del Consulado Marroquí en la ciudad.

Los afectados no acaban de creerse la nueva promesa de la compañía. Las tripulaciones del Ibn Batouta, el Banasa, el Al Mansour y el Boughaz se sienten engañadas y utilizadas como vigilantes de las naves atracadas a puerto, mientras pasan los meses con la esperanza de planes para solventar la situación sin ver sus salarios, sin poder enviar dinero a casa y con el temor de que si se marchan, pierdan sus derechos.

"La situación es desesperada porque aquí estamos abandonados nosotros, pero nuestras familias están en Marruecos. Hay muchos que han perdido la casa, mujeres que se han marchado con sus padres porque el marido no manda dinero", explicó uno de los afectados por la crisis de Comarit, Soleiman, mecánico en Ibn Batouta, el buque que se encuentra atracado en el muelle Juan Carlos I, junto al puente del acceso Norte al puerto.

"Hasta este momento han intentado creer que iba a haber una posible solución y por eso permanecían en sus puestos de trabajo por si la empresa tomaba algún tipo de represalia contra ellos", contó el coordinador de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), José Manuel Ortega. Pero la situación ha llegado ya a un punto crítico por la falta de víveres y de combustible.

Los tres barcos que permanecían en similares circunstancias en Francia ya han sido embargados en nombre de los marineros. "Posiblemente en unos 10 días esos trabajadores sean repatriados a Marruecos. Aquí están pendientes de iniciar el proceso legal para la recuperación de sus salarios y de solicitar también el embargo preventivo de los buques en Algeciras y en Almería", contó Ortega.

"No podemos aguantar, de verdad, la situación es muy crítica. Ni el consulado ni el Gobierno se mueve para hacer algo por nosotros ni nada", explicó Aoufik, tripulante del Banasa. Sindicatos afiliados a la ITF promovieron una campaña internacional para enviar cartas a los consulados marroquíes en el mundo para solicitar la implicación del Gobierno. Los estibadores de Algeciras, además, les llevaron ayuda humanitaria hace unos días. UGT, por su parte, secundó ayer la concentración.