Vivir en Sevilla

¿Sabes cómo se prepara Sevilla para mantener la temperatura más baja en verano?

La Plaza de San Leandro mientras anochece en Sevilla.

La Plaza de San Leandro mientras anochece en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Con la llegada del mes de mayo a Sevilla no es de extrañar que se vivan días de temperaturas inesperadamente altas por estas fechas. En este sentido tanto la capital como sus pueblos son, junto a otros lugares de Andalucía, uno de los lugares más calurosos de la provincia. 

Puesto que esto es algo que lleva sucediendo toda la vida, la ciudad ha estado preparada arquitectónicamente para sobrellevar los ascensos en los termómetros teniendo en cuenta cuestiones como la humedad, ya que al aumentarla, se puede reducir la temperatura del aire sin tener que emplear energía. Y esto, ¿cómo se hace? El arquitecto Jordi Marti, que tiene un perfil divulgativo en redes sociales, lo explica a través de dos elementos: las fuentes y las persianas de esparto. 

Fuentes

Este profesional de la arquitectura explica que en ciudades como Córdoba o Sevilla, a pesar de que haga mucho calor en los meses de primavera y verano, la humedad se mantiene relativamente baja en comparación con otras ciudades como Barcelona. Esto se consigue ubicando fuentes en las diferentes estancias y en la propia calle, algo que sucede en muchas de las plazas del casco histórico de la ciudad. 

Persianas de esparto

Estos elementos que sobre todo se pueden ver en las casas del Casco Antiguo de Sevilla permiten, no solo disminuir la cantidad de luz que entra a través de la ventana, sino que aíslan térmica y acústicamente. Además es propio de esta zona que se mojen cuando hace mucho calor por lo que cuanto el aire caliente pasa a através de ellas, éstas consiguen bajar su temperatura. 

Otros elementos que ayudan

No es de extrañar que en verano, al pasar por los veladores de algunos bares, éstos tengan activados su sistema de aspersores, que emiten vapor de agua para refrescar a los clientes. Esta técnica llegó a Sevilla en el contexto de la Exposición Universal de 1992 y desde entonces se ha ido extendiendo a otras ciudades del mundo. 

De la misma manera, es típico ver en la ciudad cómo, con la llegada de las altas temperaturas, el Ayuntamiento instala toldos en algunas de sus calles más concurridas, como Sierpes y Tetuán. Esto unido a la considerable vegetación con la que cuenta la ciudad, repleta de árboles, hacen que la hispalense pueda sobrevivir a los duros meses de verano, especialmente cuando llegan las temibles olas de calor que duran varios días. 

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