Un fiasco en toda regla, y el segundo año consecutivo. Los toros de Victorino Martín volvieron a defraudar en su esperadísima visita a la plaza de la Maestranza. Ni Antonio Ferrera, ni El Cid, ni César Jiménez tuvieron la más mínima opción de triunfo en un encierro falto de raza y transmisión. Los tres toreros se marcharon cariacontecidos del coso del Baratillo en una tarde que se presentaba cargada de ilusiones para ellos y para el respetable, que aguardaba una de esas tardes mágicas. Pero ya se sabe: corrida de expectación corrida de decepción.
Antonio Ferrera, que abrió plaza, a pesar de no salir la tarde como soñaba, se marchó con la satisfacción de haber cumplido: "Las sensaciones han sido positivas para mí por las circunstancias". Sobre todo se mostró contento por las banderillas: "Han sido dos tercios muy puros, sinceros y sentidos".
César Jiménez también estaba contrariado por el juego de los victorinos: "El primero mío tenía cierta nobleza, pero apenas ha durado dos tandas. El segundo ha sido muy malo, de los que te cogen sin poder torear. La corrida ha sido mala y descastada. No ha gustado".
Por su parte, El Cid, se quejó de sus toros en Canal Plus: "El primero, imposible, y el segundo, con la gente en contra desde el principio. Así es muy difícil remontar en Sevilla".
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