Sociedad

La naturaleza se ensaña con Centroamérica

  • El huracán 'Otto' causa cuatro muertos a su paso por Costa Rica

  • Un terremoto de magnitud 7,2 sacude El Salvador y Nicaragua, sin indicios de graves daños

Un terremoto y un huracán azotaron el jueves Centroamérica, golpeando al mismo tiempo desde el Pacífico y el Caribe la angosta línea de tierra que une el Norte y el Sur de América, y dejando una vez más en evidencia su gran vulnerabilidad.

El terremoto de magnitud 7,2 sacudió El Salvador y Nicaragua desde el oeste, mientras por el este tocaba tierra desde el Caribe el huracán Otto. Las islas sufrieron olas de tres metros y medio, señaló el alcalde del archipiélago nicaragüense de Corn Island, Cleveland Rolando Webster, añadiendo que hubo lluvias torrenciales, fuerte marejada y fuertes vientos.

En El Salvador, la gente salió huyendo a la calle cuando el sismo hizo temblar los edificios. La titular del Ministerio de Medio Ambiente, Lina Pohl, llamó a la población salvadoreña a la calma y detalló que después del terremoto se produjeron réplicas menores. No hay indicios de daños, pero se seguirá estudiando la situación, indicó.

En Nicaragua se declaró el estado de emergencia, informó la portavoz gubernamental y primera dama, Rosario Murillo. Las "multiamenazas" afectan a la región por ser una zona muy vulnerable y "tenemos que aprender a enfrentar los desafíos", declaró Murillo.

El terremoto generó también una alerta de tsunami que después fue levantada.

Otto, por su parte, tocó tierra al sur de la ciudad costera nicaragüense de Bluefields (destruida en 1988 por el huracán Juana) y el sector de Punta Gorda, próximo a la frontera con Costa Rica, con vientos de 165 kilómetros por horas y rachas de 195.

Numerosas personas fueron evacuadas, aunque no sin dificultades. "Algunos se resisten a salir, pero la mayoría de la población es consciente del peligro que se avecina y voluntariamente van con sus niños y sus pertenencias subiendo a los autobuses y camiones", dijo el concejal del municipio fronterizo de Colón Miguel Torrentes Álvarez al diario La Prensa.

Juan Aragón, del cercano pueblo de El Toro, tuvo que caminar media hora sobre campos anegados para llegar al punto de reunión donde esperar a los autobuses que los evacuarían. "Es mejor asegurar la vida; las cosas materiales se pueden reponer", afirmó.

Pese a todo, no se han reportado, por el momento, graves daños. En la localidad de San Juan resultaron dañadas unas 50 casas y los vientos arrancaron numerosos árboles. Una mujer murió por un infarto.

Otto siguió su trayectoria por Costa Rica, donde el presidente, Luis Guillermo Solís, confirmó ayer la muerte de cuatro personas. El huracán se degradó a tormenta tropical y siguió en dirección al Pacífico con fuertes lluvias.

El istmo se ve azotado a menudo por catástrofes naturales. El Salvador sufrió en 2001 dos importantes terremotos que causaron más de 1.200 muertos. Los daños se estimaron en 1.600 millones de dólares, más del 12% del PIB del país. Debido al huracán Mitch murieron unas 10.000 personas en 1998 en Centroamérica y en 2005, el Stan dejó 1.600 muertos.

Esta vez las consecuencias fueron comparativamente leves, aunque en Centroamérica nunca hay seguridad plena. La región se encuentra sobre el anillo de fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo, y cada año tiene que hacer frente a la temporada de huracanes, que comienza en mayo.

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