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Víctor Orta, entre las efemérides y la gran crisis del Sevilla

Víctor Orta en la presentación de uno de sus fichajes casi inéditos: Alejo Véliz.

Víctor Orta en la presentación de uno de sus fichajes casi inéditos: Alejo Véliz. / José Manuel Vidal / efe

El Sevilla y el sevillismo viven el momento más bajo en décadas. El golpetazo anímico del adiós inesperado y anunciado por Jesús Navas ha sido como la guinda agria de un pastel mohoso. Mayo, habitual mes de las fastuosas efemérides sevillistas, se ha convertido de pronto en la época de los sobresaltos y de la confirmación de las desilusiones. Lo último: la tremenda carta del palaciego que es una andanada a la línea de flotación del comité de dirección.

De entrada, con la derrota ominosa frente al Cádiz, el Sevilla ha confirmado que terminará la Liga con la peor puntuación en lo que va de siglo XXI. Casi nada. Aun ganando en San Mamés y al Barcelona sumaría 47 puntos, con lo que se quedaría a dos de la anterior peor puntuación, la de la temporada pasada, que quedó señalada para la historia en cambio por el gran triunfo de la séptima UEFA Europa League ganada por el equipo de Mendilibar en Budapest. El adiós de Quique Sánchez Flores confirma la tabla rasa y todos los ojos se vuelven a Víctor Orta.

Hoy, 18 de mayo, se cumplirán ocho años de una de las grandes proezas del Sevilla: la quinta UEFA Europa League ganada a pulso y a ley al Liverpool con la histórica remontada en Basilea: 1-3, con goles de Sturridge, Gameiro y Coke por partida doble. Nadie queda ya de aquel equipo de mirmidones de Unai Emery, mientras que Iborra aún puede reverdecer sus laureles en la final de la Conference League que disputará el 29 de mayo con el Olympiacos de José Luis Mendilibar frente a la Fiorentina.

Debería ser un motivo de orgullo el recuerdo de aquella gesta frente al poderoso Liverpool de Jürgen Klopp, que tres años después de aquello ganó la Champions League. Pero el sevillismo no está para fastos por mucho que el club presentara con boato el jueves el documental La Copa imposible, una serie que quiere conmemorar el décimo aniversario de la Europa League conquistada en Turín en 2014. De hecho, el preestreno del primer capítulo quedó dinamitado por las noticias del adiós de Jesús Navas y la confirmación de que Quique no seguirá.

Y ahí es donde se vuelven los ojos a Víctor Orta, que será el principal responsable técnico de un nuevo proyecto sin veteranos ni referencias en el vestuario -a expensas de lo que ocurra con pilares como Acuña, Ocampos o En-Nesyri, que cumplen contrato en 2025-, con una plantilla que será drásticamente recortada y un entrenador cuyo perfil, presuntamente de toque y posesión de balón, tiene en ascuas a la afición.

El presupuesto de la plantilla debe ser reducido por la cruda rescisión económica en que está inmerso el club prácticamente a la mitad (sin contar al cuerpo técnico, de más de 152 millones de euros a unos 75 si cuadra la planificación), tras un año de fracaso en Europa sin paliativos y sin alegrías en la Copa más allá del debut goleador de Isaac Romero, otro futbolista que debe ser renovado en medio de este entuerto.

El pasado 10 de mayo fue el 18º aniversario de Eindhoven, la proeza que abrió la serie. Luego llegaron los aniversarios del día 14, Turín; 16, Glasgow, señalado ya como el día que Jesús Navas anunció su adiós; 18, Basilea; 27, Varsovia, y 31, Budapest. El otro título de la Europa League fue el 20 de agosto en Colonia el año de la pandemia. Para esa última efeméride ya debería tener forma el nuevo proyecto del gestor técnico madrileño.

José María del Nido Carrasco lo ha apostado todo a la casilla de Víctor Orta en esta sorprendente ruleta que tiene anonadado al sevillismo. El crédito del que fuera mano derecha de Monchi entre 2006 (tras Eindhoven) y 2013 (antes de Turín) entre la afición es mínimo tras los fiascos de Diego Alonso y los fichajes de invierno. Es muy cierto que heredó del que fuera su mentor una plantilla muy desequilibrada entre coste y rendimiento. Pero existe el temor de que quiera anteponer su firma de autor a las necesidades de este Sevilla en crisis. Su reto es tan grande como las tremendas dudas.

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