Paseo Abajo

Juan Torrijos

Sánchez reflexiona

La derecha le ha atacado a él y a su esposa, de la que nos asegura estar muy enamorado, ¿se va a reflexionar por amor

Durante cinco días se ha encerrado Padre Sánchez, presidente de España gracias a los votos de racistas vascos, secesionistas catalanes, delincuentes y fugados, hermanos, primos y demás cantores de los asesinos de Eta, para decidir si dimite o sigue soportando los ataques de la derecha y la ultraderecha a su persona, su muy querida esposa y al resto de su familia. ¿Tan lento es en el pensar nuestro presidente que necesita cinco días para tomar una decisión? ¿Es políticamente correcto que se deje durante cinco largos días en esta situación a un país, con los problemas que tiene el nuestro, con unas elecciones en Cataluña a la vuelta de la esquina? Hasta el próximo lunes ¿quién toma las decisiones en España si el presidente está reflexionando? ¿Qué es lo que de verdad está buscando Pedro Sánchez dándose cinco días para tomar la decisión de si se va o se queda al frente del gobierno? Diría más ¿a qué está jugando el señor Sánchez? Sabe que no puede convocar elecciones hasta finales del mes de mayo, por lo que, si el lunes nos comunica que se marcha, alguien se tendrá que hacer con el gobierno hasta ese momento. ¿La jugada se podría analizar como una toma de fuerza ante los jueces por aceptar la denuncia contra su esposa por parte de Manos Limpias? Se podría ver así. Estamos acostumbrados a las sorpresas de Pedro en la política y esta no dejaría de ser una más. ¿Estos cinco días que se toma es para pensar en si dimite, o se está preparando un globo donde poder esconder las explicaciones que le debe al país sobre las argumentaciones dadas por los medios sobre las empresas a las que presuntamente ha ayudado Begoña Gómez? No es fácil llegar a saber las verdaderas intenciones del presidente, no ha sido un hombre que se haya destacado por mantener una palabra dada, lo asegurado hoy, confirmado una y otra vez ante un periodista, mañana se convertía en cambio de opinión. Una dimisión retardada no es una práctica común en política. O se dimite o no se anuncia la misma. El comentar en una carta en la red, como ha hecho nuestro presidente, que me voy cinco días a pensar si sigo o dimito, por los ataques de la derecha o la ultraderecha, no era hasta hoy algo concebible en un gobernante. Pero estamos ante el gran Pedro Sánchez El querer hacerse la victima ante los ataques de los rivales, como ha hecho, cuando los partidos han hecho de los ataques al contrario su única actividad política, y no es algo a lo que ha estado ajeno el partido del presidente, ellos han hecho lo mismo, aunque parece que no le ha salido muy bien los distintos ataques.

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