Arqueología

Aparecen más enterramientos romanos y restos del ritual de la purificación conectados con el acueducto de Gades en la Avenida de Cádiz

La urna funeraria, los restos del cadáver del niño y la pátera romana localizdos en Los Chinchorros

La urna funeraria, los restos del cadáver del niño y la pátera romana localizdos en Los Chinchorros / Julio González

La necrópolis romana del Gades romano sigue ampliando sus fronteras. A los dos enterramientos y la pileta que salieron a la luz recientemente en los Chinchorros se unen otros cuatro del siglo I.d.C (época Julio-Claudia) que se encuentran en los limites de la zona de necrópolis hasta ahora conocida, en un paraje entonces idílico junto al mar que fue elegido para depositar este conjunto de enterramientos que, además, se vinculan directamente al acueducto romano de Gades.

Así lo ha explicado sobre el terreno Paco Blanco, director de la excavación arqueológica que se está desarrollando en la calle Marqués de Cropani, que junto a la concejala de Vivienda, Ana Sanjuán, y todo el equipo técnico de Procasa ha ofrecido nuevos datos de los hallazgos más recientes en este solar donde el Ayuntamiento de Cádiz va a construir 28 viviendas protegidas y un garaje, a través de la empresa municipal. Unos descubrimientos que van posicionando y contextualizando cada uno de los elementos localizados, entre ellos la pileta que finalmente no se vincula a un uso industrial, sino de ritual funerario.

Los enterramientos y la canalización hidráulica usada para llevar agua y realizar el ritual romano Los enterramientos y la canalización hidráulica usada para llevar agua y realizar el ritual romano

Los enterramientos y la canalización hidráulica usada para llevar agua y realizar el ritual romano / Julio González

En concreto "han aparecido restos de incineración relacionados con la canalización hidráulica que iría en consonancia con el acueducto romano de Cádiz que, desde el Tempul (Jerez) traía agua hasta la zona urbana, pero que se desviaba en diferentes puntos para que la acometida de agua se distribuyese". 

La canalización hidráulica que atraviesa el solar debía desembocar en "unas cisternas y una conexión que no ha aparecido en dirección a la pileta" y que "tendría un uso ritual para la purificación de los cadáveres". El arqueólogo ha especificado que a lo largo de las últimas décadas "han aparecido diferentes piletas similares a esta, que es la base para desarrollar estos rituales funerarios". Tanto la canalización de agua, como la pileta y el muro de piedra de refuerzo están realizado con cantos rodados y piedra caliza del tipo ostionera. Asimismo, la base de la canalización y la pileta se elaboró  con una fábrica de Opus Signinum, que es una mezcla de mortero a base de cal, arena y trozos de cerámica.

Por su parte, Ana Sanjuán ha puntualizado que "la intervención arqueológica, que está teniendo resultados asombrosos e impresionantes, forma parte de la ejecución de todo el proceso constructivo, de modo que la cronología y el plan de trabajo está coordinado según lo previsto, por lo que están en tiempo". Así, la ejecución de las obra continuarán una vez finalice el proceso arqueológico protocolario. 

El ritual funerario

Junto a estos seis enterramientos de incineración de dos tipos distintos -entre ellos de busta, que se realizan directamente sobre el terreno- han aparecido restos de fogatas de comidas rituales funerarias similares a los de otros solares cercanos. Lo que se hacía era "quemar los cadáveres en las pilas funerarias, luego los restos se recogían y se depositaban en una urna de deposición secundaria", ha comentado Blanco. Algunas incineraciones aparecen con cenizas y otras no, como ocurre con los restos del niño de año y medio "porque sus huesos calcinados han sido lavados y depositados en una urna".

Vinculado a estos elementos también se han localizado restos alimenticios de bóvidos, cápridos y perros, así como objetos de cocina cerámica y sigilata.

En la presentación se han exhibido elementos pertenecientes a una segunda capa de ocupación del siglo III a.C. y principios del II a.C. de época romana-republicana, como es la pátera italiana de tipo 'Lamboglia 5 de Campaniense', con la marca del alfarero incluida, que es una especie de plato de tipo ritual que se usaría como una fuente para pescado. También se ha mostrado la urna funeraria con los restos del niño romano. 

Los restos no se conservan

El mal estado de los restos localizados impiden la conservación, ha advertido Paco Blanco,  "por lo que se están documentando y reubicando para que de cara a la investigación tengamos un amplio abanico de datos de cara a las memorias de intervención". En este sentido ha concretado que las estructuras romanas están "alteradas por fosas modernas y las zapatas de las antiguas casas bajas de los Chinchorros frente al cementerio".

La inspección de Cultura de la Junta de Andalucía ha dado el visto bueno para este procedimiento, así como para el desmontaje y traslado de las estructuras.

Las expectativas: enterramientos fenicios

Bajo este conjunto funerario alejado de la ciudad "con pocos cadáveres, pues los que estaban más cercanos eran conjuntos de enterramientos más abundantes" es posible "que aparezcan fosas en contacto con la arcilla que pueden pertenecer al periodo fenicio (siglo VII a.C.) y que serían similares a los que aparecieron en solares colindantes, pues hay constancia de una posible incineración fenicia", ha añadido Blanco.

La excavación alcanzará una profundidad de hasta 3.60, mientras que el uso antrópico humano llega a los 3.20 o 3.40 metros. 

  

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