Provincia de Cádiz

Arrestan en Paterna a un hombre implicado en una red que robaba galgos de caza

  • Ha sido apresado con un lector de microchips y cartillas caninas en su poder

La Guardia Civil ha desarticulado una red nacional que se dedicaba presuntamente al robo de galgos de caza en la que ha sido implicado un gaditano. Se trata de Manuel V.G., de unos 52 años de edad, que fue detenido el pasado jueves en la localidad de Paterna. En el momento de su detención, le fueron intervenido en su poder un lector de microchips así como varias cartillas caninas presuntamente falsificadas.

La operación, denominada Harry por el nombre de uno de los galgos que había sido sustraído (y por cuyos cruces con perras se pagaban hasta 1.800 euros) sigue abierta y no se descarta que puedan ser detenidos en las próximas horas veterinarios que puedan estar implicados. Ha sido la Guardia Civil de Cuenca la que ha llevado las investigaciones, que han deparado, junto a la detención del gaditano, el apresamiento de otras 18 personas más, en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Toledo, Madrid, Jaén, Huelva, Badajoz y Cuenca.

De forma simultánea, la Guardia Civil, en Zamora, ha desplegado otra operación, llamada Clavijo, dedicada igualmente a la misma actividad y con conexiones con la red desmantelada desde Cuenca, en la que han sido apresadas siete personas, en Toledo y en Madrid.

Las investigaciones se iniciaron tras detectarse una sucesión en cadena de robos de galgos de caza, que en ocasiones eran abandonados o sacrificados, y en otras, carecían del preceptivo microchip de identificación. Posteriormente, se produjo el robo de diez perros en Segovia, algunos considerados los mejores de los campeonatos de esta modalidad y valorados en 128.000 euros.

Entre las dos operaciones, que suman los 40 detenidos, han sido recuperados un total de 226 galgos, 46 palomos de competición, 11 gallos de pelea y dos loros, además de requisado diversas armas.

Los integrantes de las dos organizaciones contaban con intermediarios que seleccionaban a los mejores animales en ferias y concursos. Intentaban realizar la compra, y si los dueños se negaban, sustraían los animales. Les extraían el microchip cortándoles la oreja y sustituyéndolo por otro.

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