Fútbol

Miguel Puyol muere a los 103 años

  • El algecirismo llora desde ayer a su futbolista más longevo, al primer profesional de la historia del club, al hombre que batió a Ricardo Zamora, al zurdo que dio a los albirrojos sus primeros títulos

El algecirismo llora desde ayer a uno de sus grandes mitos, el ex futbolista Miguel Puyol Domínguez, testigo y protagonista del último siglo de historia de una ciudad que le vio nacer hace 103 años.

El ex albirrojo murió ayer a última hora de la mañana tras haber visto reconocida en los últimos años su figura a través del homenaje de varias asociaciones a las que estuvo vinculado y, por supuesto, del Algeciras CF de sus amores, al que no perdió de vista ni siquiera cuando las fuerzas le impedían acudir al campo.

El cuerpo del centenario interior izquierdo es velado desde ayer en el Tanatorio de Los Pinos, donde hoy (13:00 horas) se celebrará una misa en su memoria antes de recibir sepultura en el cementerio antiguo.

Puyol, algecireño y algecirista por los cuatro costados, nació el 3 de septiembre de 1906 en la calle La Gloria (San Isidro). Era el año de la Conferencia de Algeciras y de la fundación de la Junta de Obras del Puerto. Curiosamente Puyol se dedicó durante unos cuarenta a la carga y descarga de pescado en la lonja de Algeciras. En 2006 el Fondo de Asistencia Social de la estiba portuaria le rindió un emotivo homenaje al que se sumó la Autoridad Portuaria a través de su presidente, Manuel Morón.

Según datos recopilados por el periodista José Ojeda Luque en varias entrevistas, Miguel Puyol tuvo cinco hermanos (Antonio José, Buenaventura, Carlos, Herminia y Víctor) y en 1941 se casó en la parroquia de El Carmen con Dolores Esteban. Tuvieron dos hijas, Loli y Mercedes, de las que sólo vive esta última, con la que convivó sus últimos años en la barriada Sierras de España. De niño aprendió a leer y a escribir y pronto comenzó a trabajar de pinche en la Fonda Ortiz (en el callejón del Ritz, ahora Joaquín Costa). Pasó por la Corchera Española y la cantera de Los Guijos mientras jugaba al fútbol al principio en El Fuerte, club que se llamaba así porque jugaba en las inmediaciones del Cuartel de Artillería (el Fuerte de Santiago), por El Polvorín, que disputaba sus partidos cerca del antiguo cementerio, y por el Sporting Algeciras, cuando era presidente Juan Guerra, que luego fue médico del Algeciras.

Miguel Puyol no tardó en llamar la atención de un Algeciras Club de Fútbol veinteañero que le hizo debutar, con 17 años, en 1924, en un partido ante El Calavera, conjunto sevillano muy considerado en aquellos tiempos. El algecireño vistió la albirroja siempre en El Calvario. En 2001 la Asociación de Veteranos del Algeciras le rindió un homenaje y allí sacó a relucir algunas de sus vivencias. "Cuando yo estaba en el equipo fuimos campeones de la D (una categoría de su época)". "Y fuimos campeones -insistió- jugando un desempate. Nos entregaron dos copas y once medallas. Era el año 25. Yo no conservo mi medalla porque se la di a un amigo", añadió. El partido al que se refería fue ante el Mecánica de Córdoba y acabó con 3-0. Puyol marcó. Por aquel tiempo reconoció que no se le daba mal eso de darle patadas al balón. "Eso son cosas del público.Uno no lo puede decir. La gente decía que era bueno", narraba cargado como siempre de modestia, este ex futbolista que siempre que podía aprovechaba para pedir más presencia de algecireños en el Algeciras.

En aquellos tiempo se convirtió en el primer futbolista profesional nacido en la ciudad. "Era el único que cobraba de la plantilla. "Me pagaban cada martes para que los demás no se dieran cuenta. Era lógico, ellos también tenían derecho", aseguró en una entrevista concedida a Europa Sur.

En 1927 se marchó a cumplir con el sevicio militar obligatorio a Ceuta y de allí pasó a Tetuán, cuando era protectorado español, donde fichó por el Atlético. también recordaba que jugó varios partidos en Gibraltar contra equipos formados por marineros que tripulaban barcos de guerra.

Volvió a la península y se incorporó al Cartagena, donde militó cuatro temporadas y donde se lesionó en una rodilla. Antes, en 1930, le marcó un gol al mismísimo Ricardo Zamora. Después volvió al Algeciras, poco tiempo ya, para colgar las botas.

El fútbol moderno no le hacía mucha gracia. "Ahora no se saben pasar la pelota. Siempre para adelante o para atrás. Cuando yo jugaba, si se pasaba para atrás, la gente te chillaba. También oigo que los equipos se cansan en las segundas partes. Pues que los entrenadores los pongan en forma".

Desde enero de 2007 una plaza de la barriada Sierras de España se llama Miguel Puyol. Descanse en paz.

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