Algeciras cf-san fernando cd

Sin fiesta y con la cara pintada (1-4)

  • Un cuadro albirrojo indigno de sí mismo cae goleado ante un buen San Fernando y aplaza su alirón Los isleños, muy superiores, resuelven en la primera parte ante un conjunto de Mere sin centro del campo y sin actitud

Sin título, sin fiesta y sin actitud. Un Algeciras Club de Fútbol indigno de sí mismo, de sus números y de la temporada que está realizando, sucumbió con justicia ante el San Fernando CD Isleño, un equipo de nivel liguilla que sacó los colores y las dudas al líder con una dolorosa goleada. El conjunto que dirige Baldomero Hermoso Mere lleva un buen número de partidos sin dar buena imagen ante su afición pero ayer fue la peor de todas. Otras veces la entidad del contrario sólo daba para poner apuros al triunfo pero no ante un cuadro bien formado como el azulino, que puso en evidencia a un conjunto albirrojo que no demostró en el terreno de juego lo que se estaba jugando. Toque de atención a tener en cuenta.

Le bastaba un empate para ser campeón del grupo X de Tercera división, un logro que quedó aplazado. A nueve puntos del segundo con nueve por jugarse tendrá el título pero no "por la puerta grande" como quería Mere. Ésa la abrió el San Fernando.

El desencadenante fue un mal partido y mal resultado. Y sobre todo una actitud en la plantilla insuficiente para un partido de esa trascendencia. La miel en los labios. El San Fernando salió al campo como hay que salir, y el Algeciras sin tensión ni intensidad. Así, en seis minutos el marcador se contagió de esa diferencia. Córner lanzado por Carlitos, desajuste en el área y Ale que remató al larguero para que Chapi, en segunda oportunidad, marcara un tanto del que ya nunca se recuperaría el cuadro de Mere.

Hubo unos minutos de igualdad, una reacción que desembocó en ninguna parte. Manzano, Javi Chico y Adri Pavón, llamados a iniciar el juego, no tenían presencia alguna en el partido. No estuvieron a la altura y la pregunta de por qué hay jugadores que parecen jugar por decreto está en la grada. El centro del campo se vio vio superado, como el resto de líneas, todas faltas de nervio, siempre varios segundos por detrás de los jugadores rivales. Joselu era de los pocos, si no el único, que jugaba el partido que correspondía pero ningún futbolista puede con un equipo.

El San Fernando no pasó apuros y se mostró superior. Ahondó en la herida y dejó el partido muy cuesta arriba con el 0-2. Ñoño se aprovechó de un fuera de juego mal tirado para plantarse ante Josemi y vencerle en el mano a mano. Luego llegó la segunda amarilla a Antonio Merino, tan justa y evitable como la primera, y el Algeciras iba a jugar toda la segunda mitad con uno menos y dos goles por debajo en el marcador. Ya no hubo más partido.

En la segunda parte, intentó salir el Algeciras como debió hacerlo desde el inicio. Mere castigó a Javi Chico y metió a Antonio Jesús. Las posteriores entradas de Mario y Gabri dieron los mejores minutos del Algeciras pero ya era tarde porque Sergio Iglesias hizo el 0-3 tras una larga jugada isleña alrededor del área local. Manzano acortó distancias tras una buena jugada de Gabri y la grada, que salvo excepciones quiso ayudar, quiso creer en el milagro. El San Fernando puso calma y el cuarto gol, otra vez a balón parado. Fue un día negro para el algecirismo.

Ni los 91 puntos ni todos los récords que se puedan batir evitan que el Algeciras, en la derrota, siga asemejándose a un contenido polvorín. Directivos molestos con la afición y viceversa, la grada dividida y el ambiente enrarecido que vuelve a palparse. No es ese un buen suelo en el que cultivar alegrías. Dos Hermanas, ante la Peña Rociera, es la siguiente oportunidad para campeonar. Le vendría bien al Algeciras pasar página una vez la lección quede aprendida, cerrar el primer puesto lo antes posible, y volver a vestirse de SuperAlgeciras.

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