Levantarse a las siete para entrar a trabajar a las ocho durante toda la mañana. Pasar un rato con la familia en casa, descansar lo justo y empezar a entrenarse sobre las seis de la tarde, en solitario, para unirse a las siete y media al grupo. Volver al hogar a la noche para caer rendido en la cama. Así es el exigente plan de pretemporada del balono Olmo, futbolista y trabajador, uno de los linenses que se ha convertido en pilar del bloque de la Real Balompédica en las últimas campañas. Un jugador que compagina su pasión y sus obligaciones a base de mucho trabajo y sacrificio.

Olmo González Casado (15/6/1987) vive una pretemporada particular. Se prepara con "ilusión y ganas" para afrontar una nueva andadura como albinegro. Se ejercita con un plan específico, ajustado a sus obligaciones laborales, con un horario adecuado para recuperar por la tarde lo que no puede trabajar con el equipo por la mañana. "Por la tarde empiezo antes para compensar lo que no puedo hacer por las mañanas. Suelo hacer lo mismo que han trabajado los compañeros, en este caso un poco de gimnasio y carrera, y sobre las siete que ya llegan los demás me uno al grupo para completar la segunda sesión del día", explica el linense, agradecido por las facilidades de la entidad para poder compaginar el fútbol con su empleo en correos. "Por lo pronto tengo contrato hasta finales de agosto, así que toca sacrificarse para dar lo máximo tanto por las mañanas como por las tardes".

El defensa central balono admite que aguarda "con muchas ganas" la nueva temporada. "Es verdad que uno cuando acaba la competición siempre se toma un tiempo para desconectar un poco, pero ya tenemos ganas de volver a jugar, de medirnos con otros equipos y de sentirnos futbolistas", confiesa.

A sus 27 años Olmo se ha afianzado en la plantilla de una Balona consolidada en Segunda B, con un técnico como Rafa Escobar que encara su séptima andadura en el banquillo, con un conjunto muy poblado por jugadores de La Línea. "Que siga el bloque con gente de La Línea, más los chavales del filial que se van incorporando, eso habla muy bien de como se están haciendo las cosas en este club desde hace años", señala.

"El hecho de que nos conozcamos tan bien es un factor que tenemos que intentar aprovechar sobre todo al principio de la temporada porque no todos los equipos pueden decir que tienen un vestuario tan asentado como el nuestro", argumenta.

Olmo ve a las nuevas caras "con ganas". "Aún es pronto para sacar conclusiones pero los que han llegado se van acoplando muy bien. Creo que en poco tiempo se van a sentir como en casa en este equipo", subraya.

En lo personal el zaguero sobrelleva el cansancio lógico de las primeras semanas de una pretemporada, en su caso maratoniana por no poder dividir el trabajo en las dos sesiones como los demás. "Se lleva como es habitual al principio, con cansancio y dolor en casi todos los músculos. Me duelen algunos músculos que no sabía ni que tenía", bromea. "Pero las ganas pueden con todo", destaca Olmo, que ya mira al primer partido amistoso, el que disputarán mañana ante el Middlesbrough inglés en el Marbella Football Center (11:00). "Para ser un primer test es una cita muy atractiva, ante un rival de entidad, un club profesional, una prueba en la que además de tomarla como un entrenamiento también podremos disfrutar".

El linense, a la espera de conocer la confección definitiva del grupo IV, augura una campaña "competida, como siempre en este grupo" y confía en el trabajo de Escobar y sus compañeros como la receta para que la Balona siga pelando por cotas altas como viene haciendo desde el último ascenso.