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Los motoristas que circulan por el tramo barreño de la autovía A-381 pueden sentirse más seguros desde hace dos semanas. La Consejería de Obras Públicas está instalando dobles biondas en un total de 16 puntos de la circunvalación barreña para evitar las nefastas consecuencias que acarrea la unión de la caída de un motorista cerca de los quitamiedos tradicionales y la inercia.

La intervención, que comenzó el pasado 19 de octubre, supone un gasto público de 197.212 euros que se materializan en un total de 5.100 metros lineales de protección que se extenderán desde los puntos kilométricos 70,350 al 88,090. Los trabajadores ya han instalado las protecciones en el tramo final de la autovía, el que hace la veces de circunvalación del casco urbano barreño. En esta zona, los motoristas que circulan hacia Jerez se encuentran con la salida de los puentes del nudo con la autovía A-7 y una curva a izquierdas donde, como consecuencia de la unión, hay cambios de firme.

Con esta protección extra se evita la amputación de miembros, traumatismos e incluso la muerte por impacto con las traviesas de las biondas, muchas de ellas fabricadas en acero y con forma de hache, las más peligrosas. Estos piquetes provocan al año un 15% de la muertes y un 60% de las lesiones producidas en accidente donde se encuentra implicada una motocicleta, según diversos colectivos de defensa de los motoristas.

En otros casos, la protección con fundas cilíndricas en materiales plásticos tampoco resulta efectiva porque el impacto se produce, a pesar de que se amortigua, con prácticamente las mismas consecuencias físicas incluso por debajo de las velocidades límite legales.

Las protecciones que se están instalando en la A-381 están diseñadas para disipar la energía cinética que acumula el motorista durante el deslizamiento al ser deformables y evitar, así mismo, que pasen por debajo del guardarraíl -eliminando la posibilidad de acabar en la otra calzada o en la cuneta-. También son útiles para los turismos.

La reivindicación de guardarrailes dobles en las carreteras españolas es una vieja aspiración del colectivo de moteros. La Junta de Andalucía destinó el pasado año hasta 347.860 euros en mejorar la protección en las vías que son de su competencia dentro del Campo de Gibraltar instalando seis kilómetros de estas protecciones. Las actuaciones en la red autonómica de carreteras se llevaron a cabo en la A-405 (San Roque-Gaucín), entre los puntos kilométricos 1 al 46, en todas las curvas. También se colocaron barreras a lo largo de 100 metros lineales en el acceso Este a La Línea (A-383) a la altura del kilómetro 2,100. La tercera y última carretera potestad de la Junta que recibió estas protecciones en 2008 fue la A-2100, que une Castellar con la autovía A-7, a lo largo de varios tramos entre los kilómetros 5 al 8.