El doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos Gregorio Gómez Pina ofreció ayer en la Politécnica una interesante conferencia sobre los tsunamis. Aunque han sido los últimos acontecimiento que devastaron el Índico y Japón los que han hecho saltar las alarmas, este divulgador científico -no admite que le llamen experto- dio las claves a alumnos, profesores y público en general sobre este fenómeno tan poco frecuente. Gómez Pina dio las claves de la hidráulica que para los inexpertos resultó esclarecedor. Antes de profundizar en el tema contó que un amigo de Cádiz le alertó de que como siguiera hablando de tsunamis y sucediera uno le iban a echar la culpa.

A colación, el profesor entiende que no es necesario alarmar pero sí se ha visto obligado a difundir cómo se produce el fenómeno y qué hacer si sucediera. Un libro que le regalaron sus compañeros escrito por profesores japoneses sobre el último fenómeno que llegó a aquellas costas ha hecho que Gómez Pina decidiera despertar la conciencia ciudadana ante los tsunamis. El doctor aseguró sin titubear que si en 1755 el tsunami de Lisboa llegó a Cádiz y al Campo de Gibraltar es posible que el fenómeno se vuelva a repetir. "Puede llegar a estas costas sin ninguna duda", dijo.

Gómez Pina detalló que en los últimos 100 años han sucedido 911 eventos de este tipo. Las ondas de los tsunamis son circulares, de ahí su efecto devastador. El profesor explicó que no importa la climatología porque puede hacer un día maravilloso y darse este fenómeno. Asimismo, añadió que un tsunami tiene el poder de afectar a territorios muy separados en poco tiempo. "El del Índico afectó a Sri Lanka en dos horas, y a La India y a las Maldivas en tres. Cuando sucedió no se avisó y por eso alcanzó una cifra altísima de muertos", lamentó.

Sobre el tsunami de Lisboa reveló la fórmula por la que se obtiene que llegó a las costas gaditanas en 73 minutos. "Un tsunami es una ola de poca altura cuya extensa longitud y mucha velocidad resulta devastadora y eso que un barco en alta mar ni la sentiría", puntualizó.

Como consejo práctico, Gómez Pina insistió en que si alguien ve llegar una ola rara aunque no vea la longitud de onda, como la visión humana alcanza los tres kilómetros resulta vital salir corriendo porque en sólo cuatro minutos el tsunami alcanzará la orilla y es necesario buscar un cuarto piso. "Esto lo vieron muchos turistas en las navidades de 2004 pero esperaron, un error que les costó la vida", manifestó.