La multinacional Iberdrola y la firma Algaenergy levantarán una planta para el cultivo de microalgas en las instalaciones de la actual central de ciclo combinado de Arcos, que cuenta con un presupuesto de unos 3 millones de euros. La intención de este proyecto es la de producir biocumbustibles a partir de las microalgas, entre ellos el biogás, y aprovechar la biomasa obtenida, también, para la acuicultura, la cosmética, la alimentación y los fertilizantes, entre otros.

La futura planta se ubicará en un emplazamiento de unos 10.000 metros cuadrados de superficie dentro de la actual central para aprovechar directamente el CO2 de la misma. Así, la multinacional eléctrica calcula que se utilizarán unas 200 toneladas de CO2 al año para el cultivo de las microalgas, que lo utilizan como nutriente, a través de la fotosíntesis, y lo transforman en fuente de energía. El CO2 utilizado vendrá del Grupo III, de 800 megavatios de potencia, del ciclo combinado arcense, que suma, en total, 1.600 megavatios. De momento, Iberdrola y su socia Algaenergy, de la que participa en un 20% del accionariado, estudian dos posibles ubicaciones para la producción de las algas.

Ambas han revelado el calendario de ejecuciones de esta planta, que estará operativa y en funcionamiento, según sus previsiones, en el último trimestre de 2013. En principio, la primera fase de obras de esta innovadora actuación, en la que participan también la firma de ingeniería Exeleria, las Universidades de Sevilla y Almería, la Agencia Andaluza de la Energía y el Cluster de Biotecnología de Madrid Network, arrancará a principio del próximo año.

Aunque no se conoce aún el número de empleos que la construcción del proyecto, que tendrá una duración de dos años, y su posterior gestión generarán, Iberdrola añadió, ayer, que seguirá con su compromiso de contratación de mano de obra de la zona.

El futuro centro arcense está inspirado en un proyecto piloto que la propia firma Algaenergy dirige, junto a Aena e Iberia, con la instalación de una plataforma de experimentación, que se ubica en la terminal 4 (T4), en el aeropuerto de Madrid-Barajas, en la que se ha invertido un presupuesto de 600.000 euros. La de Arcos puede generar más de 100.000 kilos al año de biomasa procedentes de las cepas de microalgas que se pueden aprovechar para la acuicultura, cosmética, la salud, la alimentación humana o animal ó como fertilizantes agrícolas.