La Comisión Provincial Antiviolencia en el fútbol dio ayer otro espaldarazo para acabar con la lacra que afecta a este deporte en materia de actitudes violentas en los campos gaditanos. En el transcurso de una reunión que presidió el subdelegado de Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, se analizó la situación actual y se cerraron nuevos compromisos que tratan de ayudar a erradicar la violencia que salpica al balompié.

En presencia del propio De Torre, estuvieron presentes representantes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. Junto a ellos, el presidente de la Federación Gaditana de Fútbol, José Antonio Bernal, y el delegado provincial de árbitros, Juan Antonio Álvarez. El subdelegado del Gobierno expuso la labor de seguimiento que se viene llevado a cabo para intentar mantener el normal desarrollo de los partidos en los campos de la provincia, coincidiendo todas las partes que el fútbol base acapara los mayores problemas. En este sentido se hizo hincapié en solicitar a los padres de los jugadores que mantengan un comportamiento educado.

Uno de los aspectos más reseñables que estuvo sobre la mesa, afecta al colectivo arbitral que, por medio de su delegado en Cádiz, Juan Antonio Álvarez, se ha comprometido a avisar con suficiente antelación sobre aquellos encuentros de fútbol que puedan ser susceptibles de riesgo.

La Subdelegación, la Federación Gaditana y la Delegación de Árbitros acordaron repetir con un grado de mayor frecuencia este tipo de reuniones para analizar la situación de violencia que afecta al fútbol gaditano y para valorar el estado de seguridad del que gozan los partidos que se celebran en los campos gaditanos.

El tratamiento de las denuncias interpuestas en instalaciones deportivas corresponde a la vía administrativa en aplicación de la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y el Reglamento que lo desarrolla. No obstante, las agresiones con resultados de lesiones que son denunciadas atañen a los Tribunales ordinarios de Justicia.

La Ley contra la Violencia en el Deporte prevé sanciones más duras ante la misma infracción al producirse ésta en el interior de un recinto deportivo (pueden suponer multas de 3.000 a 60.000 euros en los casos graves, y alcanzar incluso los 650.000 euros en los muy graves, además de llevar todas aparejadas la prohibición temporal de acceso a los campos).

A nivel comarcal, el último caso en el que la Comisión Antiviolencia intervino fue para imponer una sanción de 3.001 euros a la Real Balompédica Linense en el partido ante el Betis B. El motivo de la sanción fue que un aficionado portó una lata de cerveza con alcohol dentro del estadio Municipal. Dicho aficionado fue acusado por la Policía Nacional de haberle provocado, lo que le supuso no poder acceder a los recintos deportivos por un periodo de un año y además, una multa de 3.500 euros.

Más reciente es el caso de la agresión, en Nerja, durante un partido del grupo IX de Tercera la agresión al colegiado sanroqueño Juan Carlos Crespo Sánchez, en cuyo caso el expediente está todavía abierto y a la espera de una sanción para el agresor.