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Qué hacer ante los problemas de oído en nuestras mascotas

Hoy queremos tratar un tema al que nos enfrentamos habitualmente en la clínica: los problemas de oídos en nuestras mascotas.

Seguro que más de una vez vuestro peludito sacude mucho las orejas o se rasca compulsivamente. Si observamos estos síntomas, lo más habitual es que nuestro compañero tenga algún problema en el oído.

Lo primero: acudir al veterinario, ya que podemos estar ante una leve otitis –o inflamación del oído– o ante algún problema más grave. Se evaluará el oído externo con el otoscopio, comprobando que no existen erupciones, heridas o algún tipo de reacción alérgica que esté ocasionando esa molestia. 

Un vez examinado el oído a nivel interno, podremos observar externamente diferentes patologías. En ocasiones, vemos gran cantidad de suciedad que nos impide observar la membrana timpánica. En este caso, es conveniente tomar una muestra de esa materia para valorar, a través del microscopio, la presencia de bacterias o de hongos que provocan otitis bacteriana, fúngica o mixta. Una vez identificado el agente que está causando el problema, se instaurará el tratamiento adecuado para solucionar el problema que, normalmente, durará una semana.

Es importante también identificar la presencia de ácaros, sobre todo en gatos, que son causa de prurito intenso y dificulta la resolución de la otitis. El tratamiento es fácil y muy efectivo. 

En otras ocasiones sucede que el animal tiene otitis recurrentes; es decir, se cura pero, pasado un tiempo, vuelve a presentar el problema, y así una y otra vez. Si con los tratamientos convencionales la otitis no remite, es conveniente tomar una muestra de la secreción y enviarla a laboratorio para que realicen un cultivo y se pueda identificar si crecen bacterias, hongos o los dos, poniendo así nombre a la, o las, bacterias u hongos que estén ocasionando el problema. 

También se realizará un antibiograma/antifungigrama para saber qué antibiótico o antifúngico es el idóneo como tratamiento. ¿Qué problema podemos encontrarnos aquí? Que nos topemos con una bacteria multirresistente; esto quiere decir que ningún antibiótico conseguirá eliminarla completamente.

Esto es un serio problema ya que los animales suelen sufrir mucho dolor, se forman úlceras en el conducto auditivo y la administración de la medicación es prácticamente imposible. La mayoría de los casos precisan de cirugía para mejorar la calidad de vida de nuestro animal a través de la cual se elimina la parte lateral del conducto auditivo para así favorecer la ventilación del oído.

En los casos más graves puede existir afección del oído medio-interno y notaremos que nuestra mascota ladea la cabeza hacia la izquierda o hacia la derecha, presenta pérdidas de equilibrio, dificultad para comer, náuseas o vómitos. Son síntomas que nos informan de una urgencia veterinaria y se debe iniciar un tratamiento rápidamente para evitar secuelas irreversibles.

Ojo a los cuerpos extraños

Otro de los problemas que nos podemos encontrar cuando examinamos el conducto auditivo del animal es la presencia de cuerpos extraños. Normalmente, se trata de espigas que llegan al oído tras un paseo o porque se haya restregado por la hierba. Aquí se realizará una leve sedación del animal para extraer el cuerpo extraño y valorar que no haya lesiones o perforación de la membrana timpánica, ya que puede suceder que si ese cuerpo extraño lleva mucho tiempo ahí haya provocado infección y daños. Una vez extraído el cuerpo extraño se iniciará el tratamiento adecuado.

Otro de los problemas que podemos observar en el interior del conducto auditivo es la presencia de pólipos o masas. En este caso, será necesario realizar cirugía para su extirpación y posterior análisis en anatomía patológica, donde realizarán una biopsia de la muestra que nos indicará si es benigno o maligno y, en este último caso, plantear qué opciones tenemos según el tipo de tumor que sea.

También es importante mencionar una dolencia muy frecuente que afecta al pabellón auricular: el otohematoma. Observaremos que nuestra mascota presenta la oreja llena de líquido y muy inflamada. Esto sucede porque se acumula sangre en la cara interna del pabellón auditivo debido a que nuestra mascota se ha rascado de una manera continua o ha sufrido algún traumatismo. La resolución, en la mayoría de los casos, suele ser quirúrgica con pronóstico generalmente muy favorable.

Por último, quiero hacer mención a la importancia de la higiene de los oídos de nuestros animales. Es fundamental realizar limpiezas de oído una vez a la semana y tener especial cuidado de que no le entre agua cuando los bañamos para mantener sus oídos libres de problemas. 

Pregunta a tu veterinario por el protocolo de limpieza más adecuado para tu mascota. Tu compañero (y sus oídos) te lo agradecerán.

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