Comercio

La Alicantina, un negocio familiar con más de 70 años de historia en el centro de Algeciras

  • El servicio al peso y sus piezas artesanales hacen de este establecimiento de Algeciras un lugar único

  • Galería de La Alicantina

Fundadores de La Alicantina.

Fundadores de La Alicantina. / Jorge del Águila

La Alicantina se ha convertido en uno de los negocios más antiguos del centro de Algeciras. Fundado por Luis y Mercedes en 1950, pasó de ser un kiosko en la Plaza Alta a un negocio familiar instalado dos calles más abajo y regentado en la actualidad por sus tres hijos: Francisco, Mercedes y José Luis.

Al principio, los productos más vendidos fueron los frutos secos y los caramelos, con estos últimos competían con el mercado que había en Gibraltar, por lo que empezaron a traer otro género de calidad y de distintos lugares para diferenciarse de los negocios del peñón.

A la venta de estos alimentos se unió también la de los pasteles y los helados en verano. Los dulces eran de elaboración propia, una tradición que siguen manteniendo en este negocio, aunque combinan sus piezas artesanales con otras de un pastelero con el que tienen un acuerdo por falta de tiempo.

En verano, las vitrinas se llenan de helados, horchatas y granizadas, todas hechas por los hijos de los fundadores de La Alicantina que, actualmente, cuentan con una variada carta de sabores llegando a sumar 32 tipos.

Francisco, hijo de Luis y Mercedes, cuenta que tienen dos temporadas fuertes en el año: de mayo a septiembre en la que sirven estos helados y bebidas frías y de octubre a enero, comenzando con la festividad de Tosantos y enlazándola con Navidad. Durante cada temporada, sus escaparates y vitrinas intercambian todo su contenido.

Francisco ordenando los productos navideños. Francisco ordenando los productos navideños.

Francisco ordenando los productos navideños. / Jorge del Águila

El servicio al gusto

La peculiaridad de este negocio y lo que ha sido clave para que todos los algecireños conozcan La Alicantina se encuentra en su servicio al peso. "El público compra lo que le gusta", resalta Francisco. "Eliges la cantidad que quieres, por ejemplo, como en los bombones, si no te gustan de algún sabor, no tienes que comprar una caja en el que se incluya, aquí tienes libertad de elegir".

Un servicio al gusto que permite a los clientes probar todos los sabores del gran surtido de productos nacionales y de importación del que disponen en el establecimiento en la cantidad que prefieran, pudiendo así combinarlos entre sí.

Mercedes y José Luis atendiendo a los clientes. Mercedes y José Luis atendiendo a los clientes.

Mercedes y José Luis atendiendo a los clientes. / Jorge del Águila

Además de estos alimentos típicos de la Navidad, también se pueden comprar alfajores o mantecados durante estas fechas y adquirir cestas hechas a medida por encargo.

Las cestas se preparan previo aviso, sin importar la celebración, puesto que como explican sus dueños, "hacemos tanto para cumpleaños, como para bautizos o detalles de comunión, pero necesitamos un tiempo de margen para prepararlas con cuidado y delicadeza para que quede un producto de calidad".

Una atención única para sus clientes, tanto los de toda la vida, como los nuevos que llegan a la ciudad y se quedan maravillados al entrar al interior del local y transportarse en el tiempo.

La Alicantina. La Alicantina.

La Alicantina. / Jorge del Águila

Por el momento, el futuro de La Alicantina tiene fecha de caducidad tras 72 años de historia, puesto que cuando sus actuales dueños se jubilen, el negocio no tiene descendencia familiar que se quede a cargo ya que, como explican, "es un trabajo sacrificado, que tiene que gustarte y que tienes que querer dedicarte a ello desde pequeño".

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