El sector del videojuego facturó en España 1.795 millones de euros en 2021, lo que supone un crecimiento del 2,8% con respecto al año anterior, según indican los datos de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI).

En el último anuario publicado por AEVI, en España hay un total de 18,1 millones de jugadores (52% hombres y 48% mujeres) que tienen como opción preferencial de dispositivo para divertirse a sus smartphone con un 27%, igualado a consolas de sobremesa y ligeramente por encima de los PC con un 22%. Las consolas portátiles solo representan un 9% y las tablets un 12%.

Con estos datos, es lógica la irrupción de diferentes propuestas que permiten convertir nuestro smartphone, que nos acompañan a diario en el bolsillo, en una verdadera consola portátil. No han sido pocas las opciones que han ido saliendo al mercado para aprovechar este importante y jugoso nicho del mercado ofreciendo desde mandos al uso con conexión Bluetooth hasta móviles literalmente enfocados al sector gaming con diseños, botonería y grandes baterías.

Backbone frente a Switch OLED. Los Joycon, a su lado, parecen de juguete.

Hoy en El Loot de Txeron tenemos la ocasión de probar y analizar en profundidad la última propuesta del mercado: Backbone One en su edición Playstation. ¿Y qué ofrece exactamente? Pues es un mando inspirado en la apariencia del mando inalámbrico DualSense de Playstation 5 que brinda a los usuarios controles táctiles para mejorar su experiencia de juego en este caso para iPhone aunque también hay una versión para móviles Android.

El mando, con un acabado premium tanto en botonería como en plásticos y con un mecanismo de apertura para acoplarse al iPhone, convierte literalmente el smartphone en cuestión en una videoconsola portátil a todos los efectos. Eso sí, frente a frente con una Nintendo Switch, Backbone es prácticamente una versión mejorada de los JoyCon ya que cuenta con las mismas crucetas y joystick que el dispositivo de Nintendo aunque su apariencia, como comentaba antes por la forma y los colores elegidos, es similar al DualSense de Playstation.

Su conexión es sencilla y no requiere de carga ya que se alimenta de la batería del smartphone

Nosotros lo hemos probado con una iPhone 13 Mini que cuenta con una pantalla de 5,4 pulgadas pero es aún más disfrutable si se hace con los iPhone de 6,1 o el 14 Plus que ofrece ya 6,7 pulgadas. 

La conexión es muy sencilla con un puerto lightning y unos engranajes que afianzan la fusión. El mando, bastante liviano y muy cómodo de usar, se alimenta a través de la batería del iPhone facilitando así las conexiones y evitando el uso de más cables de carga.

De todas formas, el mando también cuenta con una salida USBc para alargar nuestras sesiones de juego si la batería del iPhone utilizado empieza a flaquear. De igual modo, también cuenta con otra salida de auriculares Jack 3.5 para canalizar el sonido directamente a nuestros cascos haciendo aún más inmersiva la experiencia. Ambas salidas se ubican cada una al final del mando. 

El acople a cualquier iPhone es total con su brazo extensible.

Y ya con él en las manos, las sensaciones no pueden ser más positivas. Comparado con la Switch OLED, no tiene nada que envidiarle ya que ofrece una experiencia más inmersiva y cómoda tanto por agarre como por usabilidad. Adaptarse al Backbone es cuestión de minutos y tras hacerlo, los JoyCon de la Switch parecen, literalmente de juguete.

Juegos no faltan

Además, contamos con un catálogo ilimitado de títulos ya que a los miles de juegos móviles que podemos encontrar en la App Store se une su compatibilidad total con la aplicación Remote Play de PS para jugar a los juegos de PlayStation 5 en cualquier lugar.

Gracias a la Backbone App, a la que se accede con un botón naranja del mando, podremos acceder al Remote Play de PS pero también al Game Pass de Xbox y sus funciones de streaming convirtiendo a nuestro gadget de comunicación en toda una consola next gen de bolsillo.

Obviamente, es necesario contar con una PS5 o una Xbox Series para poder disfrutar de su catálogo de juegos en el iPhone y Backbone ampliando así las posibilidades de diversión fuera del salón de casa.

Las similitudes con el Dual Sense de PS5 son palpables a primera vista.

También contamos con funciones ya muy extendidas en el sector gaming como la de realizar capturas de pantalla o incluso vídeos de los momentos más épicos de nuestras partidas para poder compartirlos luego en redes sociales o con nuestros amigos. Todo ello gracias a botones específicos en el propio mando que facilitan así la interacción y permiten continuar con la partida sin perder un segundo.

Su ajustado tamaño y su liviano peso son también dos características reseñables que ensalzan a este producto que busca, ante todo, la comodidad y la portabilidad durante nuestras sesiones de diversión y, en ese sentido, Backbone cumple con creces las expectativas.

Conclusión

Tras varios días poniendo a prueba este Backbone One la sensación es la de que es un complemento ideal para aquellos amantes de los videojuegos que necesitan seguir disfrutando cuando están fuera de casa. Su acabado premium está muy por encima de los JoyCon de Nintendo y solo su elevado precio (120 euros) pueden ser un hándicap para hacerse con ellos. Algo relativamente entendible cuando se prueba este mando y se descubre que cuenta con una ergonomía y unas posibilidades de interacción muy por encima de otras propuestas del mercado.

Y es que convertir ese aparato que llevamos siempre en el bolsillo en una estación de ocio nunca había sido tan sencillo. Disfrutar de Diablo Immortal durante mis trayectos en autobús ha sido una experiencia muy satisfactoria y que no habría podido disfrutar en la Switch OLED ya que este título está solo para smartphone.  

Por esta razón, si se hace el esfuerzo económico (y creo que merece mucho la pena) tendremos entre manos a la sucesora espiritual de la que pudo haber sido PlayStation Vita 2 pero con la ventaja de que también tenemos Whatsapp. ¡Let´s play!

Hemos podido probar esta Backbone One gracias a una unidad que nos ha enviado Globomatik, la empresa mayorista almeriense de informática y tecnología.