Videojuegos

Análisis 'Forza Motorsport 5'

  • La nueva entrega de la conocida franquicia del simulador de carreras automovilísticas se encarama, por méritos propios, al número uno en la lista de juegos para Xbox One.

La simulación de velocidad en Xbox sólo tiene un nombre, Forza Motorsport, el sello que garantiza a sus pilotos virtuales las sensaciones más reales y la experiencia de conducción más completa que se puede encontrar en la familia de juegos exclusivos de Microsoft. La quinta entrega del simulador que mas alegrías ha dado a los amantes del motor en Xbox 360 se estrena en Xbox One dando buenas muestras de lo que nos espera durante los próximos años. Pero Forza Motorsport 5 tiene, además la responsabilidad de convencer, ya que su éxito inicial inevitablemente irá ligado al de la propia consola. Quizás por ello, el siempre eficiente equipo de Turn 10 ha optado por incluir novedades y mostrar un poderío gráfico apabullante a 1080p y 60 fps. Un auténtico festín para los sentidos que no sólo entra por la vista, también se deja notar desde los gatillos del controlador.

Forza Motorsport 5 evoluciona la serie justo a tiempo para el estreno de Xbox One. El juego más importante en el lanzamiento de la consola cumple con su intención de asombrar y enamorar a primera vista. Aunque todo tiene un reverso, y en este caso, la calidad es proporcionalmente inversa a la cantidad, pero una vez que arrancan los motores, inmediatamente se palpa el estilo de la franquicia. Todo un Forza de nueva generación que está llamado a guiar los primeros pasos de los nuevos jugadores con su también nueva plataforma.

La evolución de Forza

La serie evoluciona desde todos los ángulos sin perder la esencia de su jugabilidad, fácilmente identificable. Aunque se perciben claros cambios y mejoras en el control del vehículo, especialmente en la dirección, más fluida y realista, la simulación nunca ha sido ni tan flexible ni tan precisa. De nuevo, los sistemas de selección de nivel y ayudas permitirán que los pilotos pongan sus propios límites o que se los salten todos. De este modo cualquiera puede probar suerte, ya que se pueden personalizar muchos parámetros de conducción con un sistema de ayudas que permite desde frenar automáticamente, según indique el trazado, a desactivar todos elementos de seguridad de los vehículos.

Cualquiera que se pueda situar entre los dos extremos está llamado a sentir la emoción de la competición. Mucha parte del mérito se puede achacar a las sensaciones que proporciona el nuevo mando. El controlador de Xbox One también marca una diferencia destacable, ya que permite sentir hasta las imperfecciones en la calzada, lo que aumenta mucho la inmersión. Además, el control y la intensidad de la vibración varían con cada vehículo, lo que ofrece sensaciones muy interesantes y ante todo ayuda a decantarse por el coche con el que cada jugador se siente más cercano. Por otro lado, su diseño se adapta perfectamente a las necesidades del título, el control responde a la perfección y la guinda la pone la vibración independiente de cada gatillo, que logra transmitir lo que se escapa de la pantalla. Lo que el coche le dice al conductor a través de los pedales, aquí se realiza mediante los gatillos. Aunque pueda parecer un detalle de poca importancia, el conjunto de estas novedades permiten una relación más estrecha entre el piloto, el vehículo y el asfalto.

Otra de las novedades, en este caso, con el obligado permiso del nuevo hardware, es el sistema de físicas. En colaboración con Calspan, compañía líder en la tecnología de neumáticos, se ha desarrollado el denominado Calspan Physics Model, un sistema de simulación de neumáticos que incluye mejoras en el modelado, aerodinámica y suspensión y que, en resumidas cuentas, recoge una cantidad apabullante de datos sobre el comportamiento de los neumáticos y los aplica a la conducción.

La otra novedad importante es la incorporación del Driveatar, ya que el juego prescinde de la inteligencia artificial a la hora de competir con otros conductores. El funcionamiento es sencillo y básicamente recoge los patrones de conducción de cada jugador y crea una réplica virtual basada en su estilo para enfrentarlo a otros jugadores, en un nuevo intento de combinar la inteligencia artificial clásica con comportamientos basados en actitudes humanas. Aunque el máximo nivel de compenetración entre el piloto y su Driveatar es un trabajo que implica disputar muchas competiciones, con tan sólo una pequeña evaluación en las primeras carreras el sistema envía los datos a la nube y nos coloca como rival en otras competiciones, generando incluso los beneficios que hubiésemos recogido en caso de disputar nosotros mismos la carrera.

 

La emoción de conducir

En cuanto arranca Forza Motorsport 5 salen a relucir sus señas de identidad. Sus elegantes y estilizados menús dan paso a un universo de posibilidades centradas en el placer de la conducción y las sensaciones de la competición. Como sucede en cada entrega de la franquicia, el modo carrera se presenta como el centro de la experiencia, desde donde nace y se extiende el resto de la oferta. Este viaje comienza con la selección de un pequeño vehículo cortesía del simulador. Este primer coche será la punta de lanza de una carrera que llevará al jugador a competir en pruebas y torneos por los trazados más famosos del planeta sobre auténticas joyas. Una vez se supera la primera serie, el resto de competiciones se abren para que el piloto las disfrute con total libertad. Las pruebas se dividen en varias ligas que engloban modalidades específicas para deportivos, compactos, modernos, antiguos, de rally,  utilitarios, asequibles, superminis, minis, deportivos icónicos, muscle car, Grand Touring, exóticos, clásicos, vintage, racing o especializados como los Track Toys, entre otros. En definitiva, todo un paraíso para cualquier amante de las competiciones de motor.

Hasta 207 vehículos se pueden pilotar en los 14 circuitos que incluye el simulador en su lanzamiento. Y es que, como adelantábamos, la cantidad de vehículos y circuitos se ha visto reducida en beneficio de sus impecables representaciones visuales, tanto que todos los coches cuentan con su propia presentación en el modo Vista, el cual ya pudimos disfrutar en menor medida en la anterior entrega de la serie.

En esta ocasión, todos los coches incluidos en el simulador están representados hasta el detalle más insignificante, aderezados además con las explicaciones de Jeremy Clarkson y James May, los famosos presentadores del programa británico Top Gear. En cuanto a la clasificación de los vehículos, cada uno tiene una categoría asociada a su rendimiento inicial, el cual se puede modificar con tan sólo pasar por el taller, que una temporada más permite y amplía las opciones de personalización de vehículos, tanto en su apariencia como en su rendimiento.

El módulo de Tunear/Mejorar permite al jugador ajustar parámetros del motor, plataforma y manejo, tren de transmisión, neumáticos y llantas, aspecto y aerodinámica, mejora rápida y finalmente conversión, que sustituye elementos claves del coche alterando su naturaleza y comportamiento, aunque estas conversiones afectan a las mejoras disponibles en otras categorías. Pero además podemos pintar, repintar, aplicar adhesivos genéricos o crear nuestros propios diseños. Las posibilidades son extenuantes. Las modificaciones de los coches, así como las nuevas adquisiciones se adquieren con los créditos que vamos ganando al ir superando pruebas o con lo que genera nuestro Driveatar, de modo que gastar con inteligencia es un requisito indispensable para ir mejorando nuestro rendimiento y nuestro garaje.

Quizás por la disminución en la cantidad de vehículos el sistema de progresión ha variado en algunos aspectos. Subir de nivel requiere de más tiempo y competiciones, ralentizando de este modo la adquisición incontrolada de mejoras y coches. No obstante, aquellos que tengan prisa por subir de nivel o quieran disponer de coches específicos para ser competitivos en el multijugador sin tener que ir paso a paso, pueden comprar fichas a modo de micro-pagos.

En el salón con las gafas de sol

Forza Motorsport 5 es el título que realmente marca una diferencia insalvable con respecto a la anterior generación y, por descontado, el lanzamiento gráficamente más poderoso en el estreno de Xbox One. El conjunto se presenta ante el jugador a 1080p y 60 fps sobre unos modelados y efectos tanto de iluminación como de partículas realmente impactantes. Salir de un túnel en una mañana soleada a 200 Km/h llega a producir hasta la sensación de estar deslumbrado durante unos instantes. Los modelados tanto interiores como exteriores reflejan un amor por los detalles que va más allá de la propia pasión por los coches. Además cuenta con un sistema de daños que no solo afecta a la parcela estética del coche, también influye sobre la conducción en la misma línea que un coche normal. Los circuitos también han sufrido una evolución natural y van un paso más allá en la recreación virtual de los trazados, físicamente idénticos a los reales.

 

El sonido de la competición, los motores rugiendo en la línea de salida y los nervios a flor de piel esperando el particular sonido que marca el comienzo de la carrera... El apartado sonoro de Forza Motorsport 5 se disfruta por su contundencia y por la fantástica integración con el mando de control. Es decir, los gatillos también son trasmisores de todo lo que nuestro motor tiene que decir y no hay un sonido que provenga de los coches que no sea el propio de cada modelo. No hay reciclaje y todo suena como y donde debe. Por otro lado, continúan los elegantes temas de transición en los menús, que incluyen todos los textos de pantalla en castellano, al igual que las explicaciones y recomendaciones del resto del juego, que se encuentran doblados a nuestro idioma, excepto las narraciones de Top Gear, que respetan las conocidas voces de sus presentadores apoyadas por subtítulos.

Conclusiones

Forza Motorsport 5 es el mejor juego entre el catálogo de lanzamiento de Xbox One. El simulador da un gran paso hacia adelante en todos y cada uno de sus aspectos, excepto en la reducción de coches y circuitos, algo que esperemos se compense con alguna actualización. El sistema Driveatar, las novedades aplicadas al nuevo hardware y las increíbles sensaciones que transmite el mando de control elevan el punto de inmersión del jugador a nuevos niveles, descontado el espectáculo visual y un garaje repleto de vehículos detallados hasta el extremo en apariencia y comportamiento, lo que brinda a la postre un espectáculo en cada carrera, en cada visita al catálogo de coches o en cada vistazo al interior de los más cotizados vehículos del mundo. Pero lo más importante es que trae nuevas sensaciones, que en definitiva es lo mas importante en el estreno de una nueva plataforma, ya que limitarse a reproducir la misma fórmula con mejores gráficos no supone un auténtico salto, y Forza Motorsport lo ha dado.

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