De vacío se fueron los toreros en la novena corrida del abono de la Maestranza. Ayer, viernes de preferia, los toros de El Torreón dieron pocas opciones a la terna en una tarde en la que los astados apuntaron algunas cosas buenas pero carecieron del fondo necesario para terminar de romper.

Daniel Luque, torero nacido en la localidad sevillana de Gerena, afrontaba su primera comparecencia en el ciclo abrileño. Lo hacía con mucha disposición y dejando buenos detalles, aunque no pudo rematar las faenas porque los animales no le terminaron de ayudar. No obstante, salía contento al finalizar el festejo: "Me quedo con un buen sabor de boca porque con el lote que me ha tocado difícilmente se podía hacer otra cosa y, además, he matado muy bien a los dos toros".

El primero de su lote no le sirvió para nada: "Era muy desrazado y manso. Nunca me quiso coger la muleta. Además, se iba siempre a los medios, que era el único terreno en el que se podía defender". Luque despachó al animal con una gran estocada.

En el toro que cerraba plaza tampoco tuvo demasiadas opciones el de Gerena: "Siempre se iba para dentro, además el viento me ha molestado en algunos momentos. He hecho un gran esfuerzo con él y afortunadamente también lo he podido matar muy bien, la pena es que haya tardado tanto en caerse".

A pesar de las dificultades, Daniel Luque se mostró satisfecho con la actitud mostrada y agradecido ante el respetable sevillano: "La gente ha podido ver que he venido muy dispuesto a Sevilla. El público ha estado muy bien y ha sabido valorar el esfuerzo y que lo he puesto todo de mi parte y eso es lo mejor que me llevo".

Todavía le queda un último cartucho al torero. Será el miércoles de farolillos ante los toros de El Puerto de San Lorenzo con El Cid y el francés Sebastián Castella como compañeros de cartel: "Tengo muchas esperanzas puestas en esa corrida. Espero que me salga un toro que embista y que lo pueda aprovechar".