La corrida mediática se saldó con un pobre balance. Sólo David Fandila El Fandi estuvo cerca de cortarle una oreja al toro que cerraba la plaza, un morlaco de nombre Toledano, aunque un pinchazo a la hora de entrar a matar privó al granadino de tan preciado trofeo. Sus compañeros de cartel, Manuel Díaz El Cordobés y Francisco Rivera Ordóñez, tampoco tuvieron la oportunidad de cuajar una buena actuación, a pesar de la predisposición y las ganas de los toreros por agradar. Los toros de Torrestrella no ayudaron nada al espectáculo y protagonizaron un encierro muy descafeinado, corto de raza, y con muchas lagunas en unos animales muy por debajo del listón.

El Fandi brindó la muerte del primer toro de su lote, el que hacía tercero, de nombre Escándalo, al público de la Maestranza tras un vibrante tercio de banderillas. El toro le presentó importantes complicaciones: "No fue fácil. Era bueno, muy pronto, para arrancarse desde lejos, pero luego para desplazarse un metro y medio le costaba una barbaridad y no quería. Con el capote humillaba, pero con la muleta se quedaba e iba con la cara a media altura". Fandi resaltó que quisieron cuidar del animal por si daba más de sí en el último tercio de la faena: "Lo hemos cuidado en el caballo, pero para adelante no ha querido tirar ni una sola vez. Por lo menos he intentado hacer las cosas para mi mismo y para que la gente también disfrutara".

Con el último toro de la corrida, de nombre Toledano, Fandi protagonizó un peligroso tercio de banderillas, ya que el toro le recortaba mucho a la hora de clavar los rehiletes. El diestro estuvo muy metido en la faena y sólo el fallo con la espada le privó de la oreja: "Ha sido una rabia. Al entrar a matar echó la cara arriba. Sobre todo me quedo con la disposición". Sobre las banderillas abundó el torero: "El toro cortaba mucho y levantaba la cara justo en el momento de clavar".