Toros

Roca Rey y Marín, a hombros, y oreja a Morante en el cierre de la Feria de Olivenza

  • En la matinal abrieron la Puerta Grande Castella, Perera y Emilio de Justo, que reaparecía

Ginés Marín y Roca, en su salida a hombros en Olivenza.

Ginés Marín y Roca, en su salida a hombros en Olivenza.

Los matadores de toros Andrés Roca Rey y Ginés Marín pusieron broche de oro en la Feria de Olivenza, en un cierre en el que Morante de la Puebla cortó una oreja. En el festejo matinal, Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo, que reaparecía, abrieron la Puerta Grande.

En la corrida vespertina, Andrés Roca Rey arrasó. El limeño se la jugó de verdad y de manera escalofriante ante el muy difícil sexto de Daniel Ruiz y cortó dos orejas de ley. Ginés Marín le respondió en el toro del epílogo, un animal áspero al que el extremeño plantó cara y anteriormente en el tercero, al que entendió; siendo premiado con un trofeo de cada uno de sus oponentes. La corrida tuvo difcultades, aunque el de mejores embestidas, que terminó rajándose fue el primero, que toreó un inspirado Morante que cortó una oreja. Con lleno, se lidiaron toros de Daniel Ruiz, con dificultades. El de mejores embestidas, que terminó rajándose, fue el primero. Morante de la Puebla, oreja y silencio; Roca Rey, aplausos y dos orejas; Ginés Marín, oreja y oreja.

En la corrida matinal se lidió un encierro muy manejable de la ganadería de Zalduendo en un festejo interesante, en el que la terna salió a hombros, con triunfos de distinto peso y valor. Con algo más de media entrada, se lidiaron seis toros de Zalduendo, el tercero como sobrero, desiguales de cuajo y hechuras, que dieron buen juego en conjunto, a excepción del primero, con poco recorrido y desclasado. Antonio Ferrera, ovación tras aviso y dos orejas tras aviso. Sebastián Castella, oreja tras dos avisos y oreja tras aviso. Miguel Ángel Perera, que sustituía a Emilio de Justo, oreja tras aviso y oreja.

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