Toros

Morante de la Puebla, duda para los toros del Domingo de Resurrección en Sevilla

  • El torero, que resultó cogido en La Línea, ha regresado a Sevilla donde se ha sometido a una nueva revisión

  • Su apoderado confirma la intención de estar en la Maestranza este Domingo de Resurrección

Morante del Puebla, volteado en la reinauguración de la plaza de toros de La Línea.

Morante del Puebla, volteado en la reinauguración de la plaza de toros de La Línea. / Andrés Carrasco

José Antonio 'Morante de la Puebla' está de vuelta en Sevilla donde debería torear en la corrida del Domingo de Resurrección, sin que se sepa, de momento, el verdadero alcance de la lesión sufrida en La Línea de la Concepción, ni el resultado del estudio radiológico al que ha sido sometido en el hospital de esta localidad gaditana tras su percance en el coso linense.

Según avanzaba la web MundoToro, el diestro fue infiltrado en el hombro a su llegada a Sevilla y notó menos dolores, por lo que su apoderado, Pedro Marques, confirmaba la presencia del torero en la Maestranza, en la esperada cita del Domingo de Resurrección sevillano.

Desde el entorno del torero confirmaron la "luxación acromioclavicular" que diagnosticaron los doctores de La Línea de la Concepción, donde fue atendido el cigarrero tras la voltereta sufrida en la plaza gaditana.

No se sabe si la lesión es más o menos grave, aunque, no obstante, el torero pretende estar presente en el ruedo de la Maestranza sevillana, donde toreará infiltrado junto a los dos toreros con los que compartía terna en La Línea: Juan Ortega y Pablo Aguado.

Volteado en La Línea de la Concepción

Morante resultó cogido por el toro que abrió el festejo en este municipio gaditano, un animal de Cuvillo al que había logrado meter el canasto gracias al temple y a la suavidad que le dio en todo lo que le hizo, ayudándole a tirar hacia adelante.

Pero en un pase de pecho como remate de una serie por el derecho el animal se le quedó debajo y, en la huida, le prendió y le volteó, cayendo el torero con todo su peso sobre el hombro izquierdo.

Visiblemente maltrecho, Morante marchó por su propio pie a la enfermería, y de ahí directo al hospital para ser sometido a varias pruebas que determinasen el alcance de su lesión.

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