La corrida del arte no pudo tener un feliz desenlace para los tres toreros anunciados: Aparicio, Morante y Cayetano. Muchos alicientes tuvo la corrida del lunes del alumbrao en la Maestranza: el retorno de Julio Aparicio tras muchos años de ausencia en el coso del Baratillo, la última tarde de Morante de la Puebla y, sobre todo, la presentación de Cayetano Rivera Ordóñez en el albero sevillano.

Para el torero este día estaba señalado en su calendario particular, como dijo en Digital Plus: "Es un día muy especial para mí. Es una plaza para sentirse torero e intentar disfrutar". Durante la corrida Cayetano vivió varios momentos de emoción, como el brindis a su hermano Francisco en el primer toro, o la comunión con el público sevillano.

Al primer toro, Zangana, lo mato de un certero volapié: "Era un toro que no se podía atacar, lo hemos cuidado". El último toro, Birlador, tuvo poca fuerza: "Parecía que tenía nobleza, pero no ha aguantado. Venía con mucha ilusión a una plaza que gusta mucho y en la que uno se siente más torero".

Morante se marchó enfadado de la plaza al no darle el presidente la oreja en su último toro.