Muy por encima de los toros estuvieron los tres toreros en la corrida de ayer en la Maestranza en la que se lidiaron astados del Conde de la Maza. Los animales no dieron apenas opciones para que los matadores obtuvieran algún triunfo. El que más cerca estuvo de ello fue el utrerano Luis Vilches con el segundo toro de su lote, lidiado en quinto lugar. Vilches, que reaparecía después de ocho meses de inactividad por una grave cogida, hizo una gran faena, muy bien compuesta y con gran plasticidad, aunque el fallo con la espada le privó de cortar una oreja que tenía ganada: “Estoy muy disgustado porque la faena ha sido importante, todo el mundo lo ha visto. He estado a gusto, pero el fallo con la espada ha sido muy duro”.

Luis Vilches apostó desde el primer momento por el toro: “Desde que lo recibí con el capote me di cuenta. El toro ha tenido transmisión. Obedecía y se desplazaba y eso ha llegado al público”. Precisamente el público, tras la estocada defectuosa, tributó una gran ovación al torero de Utrera, quien la recibió llorando de rabia por no haber podido lograr el ansiado trofeo: “Después de ocho meses reaparecer en Sevilla con todo el esfuerzo y el trabajo que me está costando, con una carrera muy dura, hacer esta faena y no poder cortar la oreja... te hundes... no sé qué decir”.

En el primero tampoco tuvo suerte: “Era un toro muy bruto que pegaba cabezazos al pasar. He intentado que no me cogiera la muleta, he estado a gusto y le he podido dar dos tandas con la izquierda”.

Por su parte, Joselillo aseguró que se marchaba con un sabor de boca agridulce después de afrontar una corrida muy difícil: “Lo he dado todo y el público ha sabido ver la predisposición”.