Toros

Gran reaparición del sevillano Manuel Escribano en la plaza portuguesa de Moita

Manuel Escribano, quien triunfó en su reaparición en Moita.

Manuel Escribano, quien triunfó en su reaparición en Moita. / Juan Carlos Muñoz

Manuel Escribano reapareció en buen estado de forma en la primera corrida de Moita, una de las más importantes de la temporada taurina lusa, tras el grave percance que sufrió hace escasos días en Belmonte. Compartió cartel con Nuno Casquinha, el novel matador de toros portugués, que sufrió una severa voltereta quedando conmocionado durante unos instantes, y el rejoneador Vítor Ribeiro, que lidió dos de los seis toros anunciados con la divisa y hierro de Falé Filipe.

Se lidiaron toros de Falé Filipe, bien presentados, con cuajo y hechuras, variados de capas. Mejores los lidiados en la segunda mitad del festejo. Vítor Ribeiro, vuelta y vueltaManuel Escribano, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo con ovación en los mediosNuno Casquinha, vuelta en ambos toros. (La vuelta al ruedo en Portugal equivale a un trofeo).

El diestro de Gerena salió de una cornada grave, recuperándose en un tiempo que sólo los toreros son capaces y por eso se presentó dispuesto y comunicativo y cumpliendo todos los tercios en sus toros, con soltura, arrimándose y justificando, todavía con más entrega, si es posible decir, su inclusión en esta feria.

Toda la tarde estuvo en torero y también muy atento a su alternante, ayudándole y mostrándole caminos a Nuno Casquinha, en los tercios de banderillas, una muestra de compañerismo que se aplaude. Con la muleta estuvo por encima de las condiciones de su primero, un burraco con poco fondo y de querencias muy marcadas para terrenos de adentro. Al quinto, con más calidad de embestida, le recetó una faena más profunda, artística y con son, en algunas tandas de calidad por ambos pitones.

Nuno Casquinha, el diestro luso más reciente doctorado en tauromaquia, tenía ganas de mostrarse en este importante escenario, pero no empezó bien, al ser cogido con violencia el el momento en que intervenía en quites de capote en el primero toro de la lidia ordinaria. Con fuerte conmoción fue ingresado en la enfermería sólo regresando cuando Escribano terminaba su primera faena.

Como están las cosas, Casquinha está naturalmente ‘poco toreado’. Aún así, mostró maneras y soltura sobretodo con el capote. Fácil con las banderillas, es con la muleta que muestra que un torero sólo se hace toreando. Como tenía más calidad el toro que cerró la corrida, dejándose torear por ambos pitones, con temple y algún ritmo, Casquinha lo aprovechó bien y los aplausos llegaron de los tendidos, con un público que estuvo toda la tarde con los toreros.

Vítor Ribeiro, rejoneador que está cuajando una excelente temporada, abrió la corrida y toreó el cuarto de la tarde. Estuvo muy solvente con su primero y remontó con una lidia excelente a un cuarto que venía con transmisión a los encuentros. En la parte final de la lidia, atacó su enemigo de punta a punta, quebrando al pitón contrario, para dejar las banderillas, que fueron muy aplaudidas. Estos dos toros fueron pegados por los Forcados do Aposento da Moita, siendo de mejor ejecución la suerte hecha en segundo lugar.

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