Crónica de la Feria de San Miguel

Emilio de Justo entra en Sevilla

  • Los ‘victorinos’ decepcionaron en los tres primeros y estuvieron a su tono en los restantes

  • El duelo entre extremeños se decantó por el más joven, pero Ferrera dio buena imagen

  • Fotogalería: Las imágenes de la quinta corrida de San Miguel

Emilio de Justo toreando en la plaza de toros de la Maestranza.

Emilio de Justo toreando en la plaza de toros de la Maestranza. / Juan Carlos Muñoz

DISCURRÍA la Feria sin que pasase nada , o apenas nada. Unos lances por aquí, la firmeza de Daniel Luque, pero lo cierto es que esto no rompía, pero llegaba al Baratillo una divisa que no deja indiferente a nadie, la de los albaserradas de Victorino Martín. Pero que si quieres arroz, y salen los cardenitos y tampoco pasa nada en ese duelo de extremeños que litigan Antonio Ferrera y Emilio de Justo. Que si el primer lleva la cara alta para unas medias embestidas que resuelve Ferrera con su técnica indiscutible y su probada profesionalidad. Todo lo pone el torero, pero la tarde no rompe y de ese turno hay que destacar el soberbio tercio de banderillas que cuajan Joao Ferreira y el infalible Fernando Sánchez. Ferrera, que lo ha tronado de estocada corta sólo logra saludar desde el tercio.

Y ahora resulta que la amenaza de lluvia que nos vienen anunciando se hace realidad con el fenómeno meteorológico de media plaza con sol y el resto bajo la lluvia. ¿Será posible? Emilio de Justo inicia con empaque la faena, pero se ve que el toro no da más de sí. Un toro que ha sustituido al titular, Bochorno, que se ha roto un pitón al estrellarse de salida en un burladero. Y a lo que íbamos, que De Justo está muy por encima del toro, de un toro que le ha perdonado la vida tras un resbalón que pudo resultar funesto. Lo pincha arriba antes de agarrar la estocada y, como su paisano Antonio Ferrera, ha de conformarse con saludar desde el tercio. Decididamente esta magnífica Feria de San Miguel se está quedando en poca cosa. Sale el tercero, que atiende por Pobrecito, y ya de salida se le notan las pocas ganas que tiene de embestir. Mirando siempre a chiqueros en demostración de una escasa bravura, cuando se arranca lo hace a media altura y más pendiente del torero que de la muleta. Insiste Ferrera, pero no hay nada que hacer, lo mata de una estocada corta y el respetable no se pronuncia. Un espeso silencio corona su labor, esto no hay quien lo arregle.

La primera parte de los victorinos ha sido mala, pero sale Portezolano y ahí va a virar la tarde ciento ochenta grados. Emilio de Justo lo ve rápido en un recibo de verónicas emocionantes ganando terreno. Le brinda a un compañero herido, Pablo Aguado, y va dar un recital de toreo con la Maestranza puesta en pie. Una lección mayormente de temple y de colocación. Comienza por redondos para que al natural saque auténticos carteles de toros. El toro, muy bravo, se come la muleta por abajo y el diálogo de toro y torero calienta al tendido de tal manera que antes de matarlo de una estocada a ley ya tiene cortadas las orejas. Por fin se endereza la Feria y a ver si en el sexto se confirma Puerta del Príncipe. En el quinto sale Antonio Ferrera con el agua hirviendo y brinda al público. Le enseña al burel la buena senda y en los medios, descolgado de hombros cuaja una buena faena que sube de nivel con la mano izquierda. Mata de estocada corta y el usía considera que la petición no es suficiente para darle la oreja.

¿Habrá Puerta del Príncipe para Emilio de Justo? es la pregunta ya cerrada la noche. Y sale a revientacalderas el extremeño con verónicas enrabietadas ganando terreno. Brinda a la plaza y todo indica que logrará su propósito de ver en hombros el río. No se deja nada atrás, pero el estoque le hace un extraño y ese intento va a enfriar los ánimos aunque a la postre lo mate de buena estocada. Bueno, pues al fin, este formidable ciclo toma la buena senda y hoy, Morante y Ortega mano a mano, En fin...

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