Entrevista a Nacho Carretero

"Si no hay pruebas concluyentes ¿por qué está condenado Ibar?

  • Movistar+ estrena la miniserie sobre el caso de Pablo Ibar, condenado en EEUU de un triple asesinato. La productora Bambú se comprometió con el autor de ‘Fariña’ antes de la publicación

Miguel Ángel Silvestre, a la derecha, como Pablo Ibar en 'El corredor de la muerte'

Miguel Ángel Silvestre, a la derecha, como Pablo Ibar en 'El corredor de la muerte' / Movistar

El conocimiento sobre de las bandas de narcotraficantes en su Galicia natal permitió a Nacho Carretero (La Coruña, 1981) dar forma a Fariña, retrato documental de su tiempo. La posterior obra de este periodista ha sido En el corredor de la muerte, que relata todo el prolongado y angustioso proceso de Pablo Ibar, español condenado en Estados Unidos por un triple asesinato acaecido en 1994 y del que no se tienen evidencias palmarias de su autoría. El libro bigráfico sobre Ibar se ha convertido en miniserie de cuatro capítulos, estrenada este viernes en Movistar +. Miguel Ángel Silvestre interpreta con toda verosimilitud al recluso en una producción de Bambú, que además de Fariña, como ficción, ha creado bajo la batuta de Ramón Campos miniseries documentales sobre El caso Asunto y El caso Alcásser.

–¿Cómo gestó toda la investigación de Pablo Ibar? Precisamente un periodista, un gremio en el que siempre nos quejamos de no tener tiempo suficiente.

–Aunque comienzo En el corredor de la muerte antes de que se publicara Fariña, ha sido este libro el que me ha permitido tener más tiempo. Indagar en el caso de Pablo Ibar sólo tiene trabajo, no hay mucho más. No creo en dones naturales, ni en inspiraciones divinas. Hay que investigar y escribir para recoger los frutos. No es fácil en un mundo tan competitivo como el del periodismo.

El periodista Nacho Carretero El periodista Nacho Carretero

El periodista Nacho Carretero / Juan Carlos Vázquez

–¿Pudo conocer en persona y tratar de cerca a Ibar?

–Era fundamental algo así para el trabajo de campo, aunque no siempre es posible. Tener tiempo son limitaciones que sufren muchos compañeros para hacer bien su trabajo. Pude viajar, conocer de cerca a Ibar y también a sus familiares y todo su entorno.

–¿Surge este trabajo de un encargo?

–La historia de Pablo Ibar la descubro en el año 2011, cuatro años antes de publicar Fariña. Trabajaba entonces en el periódico Qué, y fue una propuesta del subdirector. Contacto con la mujer de Ibar, con Tania, hablo con ella por skype y me doy cuenta de lo que es una alerta.

–¿Qué es lo que hace de este caso una historia diferente?

–Antes de conocer a Pablo Ibar piensas que estás ante una historia más, porque no es el primer condenado que dice ser inocente de unos asesinato. Pero cuanto más profundizaba más te dabas cuenta de lo irregular, de lo extraño, que ha sido todo el proceso. No es cuestión de vínculo emocional, te sobrecoge por tanta calamidad contra una persona. No hay prueba concluyente, entonces ¿por qué está Ibar condenado? como ha ratificado el último jurado.

"En Florida al menos no hacen falta pruebas para condenar a alguien, sino que un abogado convenza al jurado"

–¿Y qué conclusión saca usted?

–Lo dejo en manos del lector, en el caso de la serie, en manos del espectador. Estamos antes una historia muy potente y por tanto no es necesario poner un enfoque particular. La clave del narrador está en ser aséptico, ser correa de transmisión. Yo no voy a insistir en que Ibar es inocente: que cada cual saque sus conlcusiones y genere su debate. Es la misma línea en la serie, que es lo más eficaz para un relato así.

–¿Late tras un caso como éste una gran dosis de racismo contra la comunidad hispana en Florida?

–Debemos cambiar nuestra mentalidad, nuestro contexto, ante un caso así. La justicia en Estados Unidos, y en Florida en concreto funciona a su manera. En este último juicio no había ninguna prueba concreta contra Ibar, sólo existían dudas. Sería una buena señal, pensaríamos todos, y más si el juicio fuera en un país europeo. Pues sólo con dudas, lo vuelven a condenar.

–¿Los jurados pueden ser una figura al menos dudosa en un territorio como Florida?

–En Florida al menos no hacen falta pruebas para condenar a alguien, sino que un abogado convenza al jurado. Todo consiste en eso. Hay una laguna de injusticia.

–De ahí que la familia Ibar haya gastado millones en su defensa.

–Se necesita dinero para ir con garantías en un proceso de este calibre. Un abogado cuesta oro, son tarifas de locos, y sólo los muy buenos, y caros, te permiten tener garantías.

"Había que arrojar más luz sobre la situación de Ibar. El periodismo y lo audiovisual se dan así la mano"

–¿Cómo valora En el corredor de la muerte como serie?

–Tiene una calidad evidente, muy cuidada. Ramón Campos leyó libro antes de ser publicado y se comprometió a hacer esta serie. Miguel Ángel Silvestre es realmente Pablo Ibar. La ficción complementa el trabajo periodístico, lo traduce al lenguaje audiovisual.

–¿Siente que era necesario abordar este caso?

–Había que arrojar más luz sobre la situación de Ibar. Una serie viene a poner su caso ante la opinión pública. El periodismo y lo audiovisual se dan así la mano.

–¿Estamos en el camino? ¿hacen falta más series sobre nuestra historia, nuestras historias, recientes?

–Hay que aprovechar esta explosión de medios. Hay nuevos canales, nuevos escenarios, para concer mejor nuestra realidad.

–Sin ese escenario hubiera sido imposible hacer realidad Fariña.

–El caso Fariña fue desbordante. Superó las imagenes que tenía la cabeza.

–¿Escribe con imágenes?

–No escribo pensando en una futura serie, pero hay que escribir con imágenes. Hay otros casos en los que estoy trabajando.

–¿Hay que estar fuera o dentro de la redacción?

–En la redacción es donde más se aprende. Y fuera es donde vives lo aprendido. Es equilibrio.

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