Hace casi quince años que se reveló como un jurado sarcástico y sincero en La noche de los inventos de Antena 3. Había nacido el personaje televisivo de Risto Mejide, que hasta entonces se había limitado a su labor como creativo publicitario. Desde el primer momento el público lo conoció escudado tras su gafas de sol, santo y seña que se confirmó en Operación Triunfo ya en Telecinco, etapa que acabó como el rosario de la aurora, enfrentado con Jesús Vázquez.

Risto ha respondido este lunes a Paz Padilla en Got Talent sobre la razón de llevar siempre a cuestas esas gafas de sol. La gaditana le inquiría a la justificación ya que creía que tras los cristales tapaba "unos ojos muy juntos" o "un ojo a la virulé". El barcelonés respondió que lleva sus gafas porque con su mirada "el público se enamoraría de él" y dejaría de prestar atención a otras cuestiones de sus programas.

Tuit serio. https://t.co/xoSpFLWHwj

— Risto Mejide (@ristomejide) October 28, 2019

Mejide se siente a gusto en Got Talent, que sigue en ascenso de audiencia pese a tener enfrente a La Voz kids en Antena 3. En esta entrega de ayer fue de nuevo lo más visto del día, con 2,5 millones en su primer tramo y 2,2 millones, 23,2% en su segmento de prime time.

En esta entrega del lunes destacó una bailaora malagueña bien longeva, Isabel, una gitana octogenaria que ha mostrado toda su vitalidad y arte.

#GotTalentGala7 A Isabel le sale el arte por todos los costados 💃 https://t.co/fenrUL3cxH pic.twitter.com/OFQg5Lw8dK

— Got Talent España (@GotTalentES) October 28, 2019

"Los ojos expresan también muchas cosas. Es la puerta por donde entran las emociones", señaló Risto este lunes "la gente, viendo mis ojos preciosos, se enamoraría de mí", insistió este lunes el conductor de Todo es mentira, programa satírico de las sobremesas de Cuatro.

A lo largo de estos años las gafas oscuras fueron su distintivo más personal, aunque en su fugaz etapa noctámbula en Antena 3, con Al rincón del pensar, lució unas gafas de vista convencionales, donde se confimó que no, no tiene los ojos a la virulé, aunque lo de enamorar con su mirada hay que reconocer que es sólo una buena campaña irónica.