Está Jorge Sanz persona, y está Jorge Sanz personaje, aunque resulta complicado desligar a uno del otro. Hasta para él mismo. Son entes diferenciados. Lo explicó muy bien él mismo ante Cayetana Guillén Cuervo cuando fue a promocionar su nueva función teatral, El premio, que representa junto a María Barranco y de la que habrá gira nacional.

“¿Cuál es tu mayor reto a la hora de subir al escenario?”, le preguntó Cayetana, y el veterano intérprete, con una andadura que comenzó tan precoz, le contestó que separar al personaje que le toca representar del personaje que el público ha asignado a Jorge Sanz desde casa, el que se ha hecho de él a lo largo de tantas décadas, que lo convierte como alguien de la familia.

La carrera de Jorge Sanz ha oscilado hacia arriba y hacia abajo en una suerte de montaña rusa, logrando momentos de grandes éxitos y otros, no digamos de fracaso, pero sí de olvido. El método para sobrevivir, según su receta, ha sido el de saber resistir a los segundos. Como también estar presto a regresar si las circunstancias eran favorables.

La serie escrita por su amigo David Trueba hace doce años, Qué fue de Jorge Sanz, llevaba implícito en su título el resultado de uno de esos periodos en los que el actor había entrado en declive. Por más que el protagonista de tantos largometrajes y series televisivas nunca haya terminado de irse de los escenarios. Por eso no deja de ser curioso que su paso por Atención obras, un programa emitido en la franja cultural de La 2 de las ocho de la tarde, que normalmente se suele amortizar en torno al 1% de audiencia (del mismo modo que el resto de programas que se emiten a su hora otros días, en esa franja exquisita y cultural El cazador de cerebros, Página 2, Detrás del instante y Días de cine) dejase una cifra más baja de lo habitual.

Una coincidencia, un percance puntual, un fenómeno inexplicable. Pero el encuentro de Jorge Sanz con Cayetana Guillén Cuervo a la relajada hora vespertina se saldó con un 0,4% de share y 40.000 espectadores, prácticamente el dato más bajo de la temporada de este espacio. Tal vez ello sirva para alimentar la leyenda del eterno perdedor. Un eterno perdedor que siempre vuelve a renacer de sus cenizas, ese es Jorge Sanz.