TV-Comunicación

"Hay que tener cuidado con la autocensura por el que dirán"

  • El periodista catalán logra la primera entrevista con cámaras a Oriol Junqueras en la cárcel de Llenoders en el segundo pase de su nuevo formato en las pantallas de La Sexta

Jordi Évole, en la rueda de prensa de su nuevo programa en La Sexta, 'Lo de Évole'

Jordi Évole, en la rueda de prensa de su nuevo programa en La Sexta, 'Lo de Évole' / La Sexta

Jordi Évole entrevistó a Oriol Junqueras, líder de ERC encarcelado en la prisión de Llenoders, en el segundo pase de su nuevo espacio en La Sexta. Inspirado en el mítico Cuerda de presos de Jesús Quintero, Lo de Évole nace también con la idea de conocer cómo ha calado el presidio en personajes que entrevistaron en libertad en algunas de las 11 ediciones de Salvados. Es el caso del político independentista catalán, una entrevista que contiene dos Junqueras en la misma conversación: una primera, en la que muestra el día a día de un preso, y otra, en la que actúa como un estadista, una vez que se enteró, en plena conversación, del anuncio electoral de Quim Torra. “Es un político, por muy en la cárcel que esté, y ahí es donde considero que arrancó su campaña electoral”, señala el periodista catalán.

–Hablemos de la entrevista a Oriol Junqueras. ¿Cuándo supo de la intervención de Quim Torra? ¿Lo sabía el líder de ERC?

–Nos enteramos el día anterior. Nos llega un aviso de un compañero sobre la intervención de Torra a las 12 y nosotros teníamos previsto el encuentro a las 10. Así que pedimos a los de los servicios penitenciarios de la Generalitat retrasarla para parar a las 12 y saber qué decía. Un funcionario de prisiones nos chivaba lo que iba pasando porque no pudimos entrar con móviles. Pero tenemos su reacción y hubo dos Junqueras antes y después de la intervención de Torra. Son políticos y se están jugando unas elecciones.

–En ese momento, parte del guion salta por los aires. ¿Qué hizo entonces?

–Torear. Junqueras no tenÌa ni idea de lo que iba a decir Torra, lo que me da la clave de cómo están las relaciones entre ellos.

"Había un enorme impedimento de los servicios penitenciarios de la Generalitat para abrir las cárceles a las cámaras"

–La entrevista con el Papa Francisco fue un camino de espinas. ¿También con Junqueras?

–Sí. Fue duro porque él, a lo mejor, quería haber hecho la entrevista antes, pero había también un enorme impedimento de los servicios penitenciarios de la Generalitat para abrir las cárceles a las cámaras. Pedimos la entrevista cuando estuvo en Estremera y Soto del Real y no nos la dieron. Cuando fue trasladado a Cataluña, enseguida me reuní con la consejera y hasta hace diez días antes no supe que le Ìbamos a entrevistar. Fue muy inmediato.

–Tras el primer programa, ¿ha vuelto a hablar con Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, para poder acceder a las cárceles?

–Sí, pero no nos ha dado opciones de nada. Ahí que seguir, es una carrera de fondo.

–¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la cárcel?

–No conocía nada de la dinámica interna, pero me ha llamado mucho la atención el pecunio, una tarjeta con un tope de 60-80 euros a la semana y con la que pueden comprar en el economato. También me contó Junqueras que se hacen apuestas. Se metió él solo en el jardín y cuando empecé a preguntarle más, me contestó que él no lo había visto. Fue un momento cómico.

–¿Siempre tuvo claro que esta primera entrega sería con presidiarios? ¿Ha barajado la temática de la segunda?

–Lo de la cárcel lo decidimos justo antes del verano y surgieron muchas dudas cuando vimos todas las dificultades que había. Pero luego empezaron a salir temas y lo vimos más claro. De cara a próximas temporadas sí hay alguna cosa pensada, pero vamos a ver cómo va esta.

–Pero cuenta con un público fiel que le acompaña desde Salvados...

–Nunca sabes si van a volver. Además, la televisión ahora esá fragmentadísima, las plataformas han irrumpido muy fuerte. Creo que hay mucha gente que pone la televisión muy poco. Hay que llamar la atención con productos que podrían verse perfectamente en una plataforma. Me encanta que esté en una cadena generalista y que tenga un público tan transversal, es de las cosas que más nos satisfacen.

–Hablando de plataformas, ¿le ha tentado alguna?

–Como productora, sí, y hay vías abiertas para trabajar con plataformas, pero yo estoy muy bien donde estoy.

"Mi padre y mi madre son unos apasionados de la televisión y del periodismo"

–En el primer pase vimos a sus padres. ¿La idea de que formaran parte de ese prólogo nació de usted?

–Fue mía, seguro que si se le hubiese ocurrido a cualquier otro hubiese dicho que no. Había un nexo ahí con lo que hicimos en el último capítulo de Salvados, que grabamos en mi barrio. Esta vez decidí tener esa charla con mis padres. Una conversación en la que me siento cómodo porque es muy profesional. Mi padre es un apasionado de la televisión y del periodismo y mi madre también, y ahí sale un contenido que fue útil para el programa, no fue una frivolidad.

–También se vio a Jesús Quintero, el inspirador de este formato. ¿Será esa entrevista la subtrama de esta primera entrega? ¿El espectador tendrá que esperar al final?

–Paso palabra. No sé tanto si como subtrama, pero como son cosas que todavía no he logrado, anunciarlas es absurdo porque luego no pasa y se te queda cara de tonto.

–¿La peor censura es la autocensura?

– El miedo es una mierda porque te impide hacer cosas que te gustaría hacer, pero también nos protege. A veces, una cierta autocensura te puede ir bien porque a lo mejor estabas equivocado por ese camino. Pero cuando te autocensuras por el qué dirán o por la reacción que generará, con eso sí hay que tener mucho cuidado.

 

 

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