Sorprendentes cambios de imagen, la 'química' existente entre los coaches, la implicación y complicidad de los estilistas con los candidatos escogidos, la cercanía de la presentadora y las intensas emociones que se viven en plató durante la presentación del resultado final, son algunos de los factores que han contribuido al éxito de Cámbiame, un nuevo formato que desde su estreno en Telecinco, hace cuatro meses, promedia un 13% de share y 1.368.000 espectadores. Marta Torné, su conductora, sostiene que ella es sólo un eslabón más de la larga cadena que compone un equipo muy volcado en el programa: desde los estilistas, hasta el equipo técnico, también la productora, La Fábrica de la Tele. Quizás esta implicación de todos sea el motivo de que el espacio llegue hoy a su número 100. Lo hará con un especial en el que tres miembros de una familia plantearán un reto nunca antes visto en Cámbiame.

-¿Cómo celebrarán el programa número 100 hoy?

-Haremos una pequeña celebración en plató con todo el equipo. Con los espectadores, está prevista una entrega un poco diferente protagonizada por una familia muy especial y que ha conectado mucho con todos nosotros.

-Sólo han pasado cuatro meses pero cuando un programa no funciona, dura mucho menos. ¿Se esperaba llegar al programa 100?

-Hooombre, el programa tenía buena pinta desde el principio; sabía que iba a resultar un producto de calidad, pero en televisión nunca se sabe. También necesitamos audiencia, claro...ja, ja,ja. Aunque ni me he enterado de que ya hemos llegado al prógrama 100. ¡Me ha pasado este tiempo volando!

-Cuando le ofrecieron presentarlo, ¿vio programas de cambio de imagen norteamericanos para inspirarse?

-Los veía antes; la verdad es que soy fan de los programas de cambio de imagen, los solía ver en la tele. Pero Cámbiame tiene algunos matices que lo hacen diferente a todo lo que se había hecho antes en este tipo de formato.

-¿Qué diferencias tiene?

-Pues, para empezar, no es tan superficial como los programas norteamericanos. En ellos hacen un cambio de imagen a alguien, le cortan el pelo, la maquillan, la visten... ¡voilá! una persona distinta. Pero luego, que devuelvan la ropa y se marchen otra vez a su casa. En Cámbiame intentamos también cambiar las vidas de las personas, su autoestima, sus frustraciones, sus miedos, gracias al cambio de imagen que nosotros le proporcionamos. Digamos que si no se produce un cambio por dentro, por fuera dura poco. Hay mucha miga detrás de las historias que contamos.

-¿Algún caso la ha emocionado especialmente?

-Muchos. Me conmueven mucho las historias de algunas personas que realmente han tenido muy mala suerte. Te dan una lección de vida enorme. Cómo han logrado superar las adversidades y seguir adelante a pesar de todo. Por el programa han pasado participantes muy válidos, gente muy fuerte... la vida se ha cebado con ellos... pero ellos han sabido reponerse, sacar fuerzas de flaqueza y levantarse.

-¿Cuál es el secreto del éxito del programa, si es que hay alguno?

-El gran mérito de este programa es el cásting que se realiza previamente, encontrar casos que interesan a los espectadores, que emocionan y con los que nos podemos identificar todos. Los guiones son muy buenos, pero sin el trabajo previo de búsqueda no se generaría tanto interés ni expectación porque lo cierto es que las historias enganchan, uno no puede dejar de ver el programa para ver qué pasa al final con el participante de que trate cada día.

-Tanto éxito tiene Cámbiame que incluso se ha extendido a un formato de noche.

-Sí, aunque el de noche es un poco diferente. El contexto y la hora en que se emite es diferente. En lo esencial es lo mismo, pues se trata de un formato blanco que atrae a todo tipo de personas y edades.

-¿Se ve llegando al programa 200... o al 1.000?

-¡Síiiiii, desde luego! Yo encantadísima. Si no me he enterado y ya hemos llegado al 100... los 200 los alcanzamos en otro plis. ¡Yo sigo presentándolo!