Crónica del martes 20 de abril

El drama turco está a su altura: José María cae en 'MasterChef 9'

  • El joven de 18 años de Badajoz se hace un lío con un pollo de campo y ha durado en el programa lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks

José María, en el centro, en la eliminación de 'MasterChef'

José María, en el centro, en la eliminación de 'MasterChef' / RTVE

Antena 3 no tenía la historia en Mi hija en Turquía, sino en el canal de al lado, La 1, en el nieto José María, un chaval de 18 años de Badajoz que participaba hasta anoche en MasterChef 9. Con padre desconocido, madre callejera, hermanita muerta y abuela con principio de alzheimer y que era su único asidero, el drama ha vuelto a caer sobre la espalda del joven, que entre el lógico puchero de lágrimas se ha visto fuera de la cocina. Siempre quedará la esperanza de la repesca.

En la segunda gala los ánimos están crecidos y los egos despuntando y ya se le ha visto la punta del naipe al personal.

José María era un drama de vida pero ya prometía en sus dos noches de cuchareo. Igual ha perreado con Mario Vaquerizo como se pone a gesticular cantando sin oírse o se pelea con Ofelia, esa concursante a la que todo el mundo estaría dispuesto a echarle una mano (al cuello).

El extremeño es puro sentimiento y ganas por aprender pero tal vez se excedió en confianza (y de victimismo) y quedó eliminado por no saber abordar un pollo de campo por derecho, el 'bicho' que le tocó en el cadalso. Se puso a idear una receta exquisita y al final la carne se le quedó cruda al quemarse el delicado fondo que preparaba. La tragedia se veía desde lejos en el plato. La china Jiaping se quedó cerca de ese precipicio con un gallo.

Alicia a una seca pechuga de pavo le sacó rendimiento. Podía haberle tocado el lagópodo, la becada o el pato silbón, que la carne le sabe a anchoa. Toni también se quedó en puertas y de no haberlo hecho tan mal José María, por soso, él habría sido el cancelado. El programa promete seguir ayudando al caído este martes.

"A mí los miedos, la inseguridad en mí mismo, la negatividad, no me va a cambiar... Es que soy así, es mi personalidad, me ha dado tantos palos la vida que pienso en negativo. Y mira que lo intento cambiar, pero no puedo". José María, magdalena eliminada, era de los que tenía más tiempo y no lo aprovechó.

La manchega María, Lola de Tomelloso, se barrunta como el ego a batir, por carácter. Ganó la prueba inicial del rape y aprovechará un finde en el parador de Cádiz y en el Aponiente portuense de Ángel León. María enfrente por ahora tiene a la dispersa e insufrible gallega Ofelia y la más sobria y eficaz vuelve a ser Vero, la guardia civil gaditana, junto a Meri, la hija del médico del Barça, voluntariosa y pitiminí.

En el zafarrancho de la prueba por equipos la agente volvió a ser crucial para salvar al resto de la quema. En el grupo perdedor había mucho gallito y confiado, de ahí que los concursantes que son más "personaje" terminaran en la eliminación.

Bueno, el que es más personaje es Fran, el camarero de Cuenca que parece una aleación formada entre José Mota y Jordi Hurtado. Mira tanto por el céntimo que hasta se aprecia lo ahorrativo que es en sus platos, como se vio con el rape. En la prueba colectiva, por pundonor, terminó siendo el más valorado por el jurado. Es digno de La hora chanante, confesó que en la infancia mataba a las gallinas de un infarto al asustarlas. Es el amigo perdido del Gañán.

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