TV-Comunicación

'La cabina' regresa a Madrid en forma de monumento

  • El ayuntamiento madrileño y Fundación Teléfonica, a través de la iniciativa popular, ha levantado una cabina roja a semejanza de la telefilme de Antonio Mercero en 1972, premio Emmy 

José Luis López Vázquez en 'La cabina'

José Luis López Vázquez en 'La cabina'

Las cabinas telefónicas han dejado de formar parte del paisaje urbano pero una de ellas, a semejanza de las primeras callejeras que se instalaron en los años 70, ha vuelto a Madrid. La plaza Conde del Valle de Suchil, entre los barrios de Chamberí y Moncloa, luce un monumento en honor al cineasta Antonio Mercero autor del cuento distópico que aterrorizó a los españoles en 1972 y que durante décadas ha sido el único premio Emmy español.

Madrid homenajea así al director de tantas películas y series de televisión (La guerra de papá, con Verónica Forqué precisamente, Este señor de negro, Verano Azul, Farmacia de guardia) a través de uno de sus trabajos más memorables. La iniciativa de este monumento al realizador fallecido en 2018 partió del guionista David Linares al conocer la pérdida de Mercero y a través de un artículo de Borja Terán. El ayuntamiento madrileño aprobó por unanimidad la iniciativa que partió desde una propuesta popular que iba a financiar la obra.

El monumento a 'La cabina' El monumento a 'La cabina'

El monumento a 'La cabina'

Tres años después se ha instalado esta curiosidad monumental, una réplica levantada por Fundación Telefónica, que reclama la labor de unos años vanguardistas en TVE. La familia del cineasta vascp estuvo presente en esta inauguración. La cabina instalada es de color rojo, tal como era la que aprisionaba al actor José Luis López Vázquez en la historia coescrita con José Luis Garci.

La cabina se estrenó el 13 de diciembre de 1972 en la Primera Cadena, treinta minutos que impactaron a la audiencia cuando apenas sólo existía ese canal. A partir de entonces los usuarios de las entonces abundantes cabinas telefónicas ponían el pie en la puerta para no verse encerrados como el agónico personaje de López Vázquez.

Las interpretaciones sobre La cabina fueron numerosas y delirantes hasta lo descabellado. A Antonio Mercero le gustaba ir a foros para asombrarse con las versiones que llegaban a hacer expertos y estudiosos del telefilme. La academia estadounidense observó que esta obra de la TVE del franquismo era una parábola sobre el ahogo social que vivía España. El director insistió siempre que querían hacer un cuento de terror.

En la plaza originaria donde grabó el equipo de TVE es un espacio privado por lo que se ha optado por Conde de Suchil para exhibir este testimonio sobre Mercero y uno de los programas más rupturistas y asombrosos en su momento que emitió la cadena pública. El trabajo de López Vázquez fue antológico, sin apenas diálogos, y sólo los breves segundos en los que aparece Agustín González revela el talento de aquella generación de actores. La cabina se puede ver en Youtube y RTVE Play y la cabina monumental, en una plaza lateral a la calle Princesa.

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