TVE se ha apuntado a las películas de sobremesa. El nuevo director de Contenidos, José Pablo López, ex de Telemadrid, venía con lección bien aprendida. Funcionan como un tiro. Ya lo sabíamos por el canal privado Trece, que las emite de dos en dos sin que la audiencia se canse de ellas, así como por muchas televisiones autonómicas.

Pero estamos hablando de televisión y esto, habrá que reconocerlo, no lo es. Nos extraña que el sector audiovisual no haya puesto el grito en el cielo por esta estrategia (al menos temporal) de La 1. La medida se adoptó para abarcar todo periodo estival, incluyendo las fechas del Tour de Francia y de la Vuelta a España.

Pero acabada ésta, las películas y tv movies han continuado con la temporada alta iniciada. Si bien se emiten desde hace tiempo promociones de una serie italiana, que podría encajar en ese horario. ¿No debe ser TVE, dando ejemplo, el motor de la producción propia nacional? Mal andamos si las sobremesas, que suponían un buen trozo del pastel para todos los que se dedican a este gremio, se lo regalamos al cine comprado a precio más que barato por lotes. Si a esto añadimos que las ficciones no funcionan ni a la de tres en el prime time (Parot, Sequía, Ana Tramel y hasta Cuéntame, sentenciada), que nos cuenten cómo se compensa este déficit. Con el apoyo al cine español, supongo.

Particularmente, optaría por una tercera vía. Sé que es una utopía y que nadie me hará caso. Pero añoro el género del magacín. Regresaría a ellos en las tardes: las que fueron sus territorios naturales durante las dos primeras décadas de televisión. Al principio este tipo de revistas se titularon genéricamente así, La tarde, y sirvieron de escuela de presentadores. De hecho, a la hora del café en la mayoría de autonómicas todavía existen. El de la pública, convenientemente remozado, podría dar mucho de sí.