Había que resolver en parte la baja de Derek al acabar la anterior temporada. Divinity estrena esta noche, al filo de las once, la duodécima tanda de episodios de Anatomía de Grey, la ficción producida por Shonda Rhimes que afronta cambios en la plantilla médica. Sigue adelante el hospital de Meredith, la doctora que encarna Ellen Pompeo y quien se encarga ya de la adaptación de la española Motivos personales, de Telecinco, al gusto de los espectadores estadounidenses.

Una de las productoras ejecutivas de la serie, Betsy Beers, comentaba recientemente a este periódico que estaba segura de la prolongada trayectoria de su serie hospitalaria, que pervive a otros proyectos que ha realizado posteriormente. "Trabajar en Grey hace sentirte seguro, porque todos los implicados sabemos sus resortes", explicaba la productora, quien confía "en los guionistas fuertes, con grandes voces, que trabajan con los textos con los que nosotros nos entusiasmamos". Por parte de un productor seguir manteniendo el entusiasmo, y por tanto el listón, para una serie tan veterana supone un desafío en cada capítulo.

Una ficción que sigue en antena reinventándose sin perder sus referencias. Beers detalla que han de estar muy al día en los avances tecnológicos para hacer creíble todo lo que rodea al Seattle Grace. "Esto es en realidad lo más divertido en la creación, porque actuamos en muchos mundos al mismo tiempo", argumenta la productora, que confía en que prosiga Grey durante más tiempo en la ABC.

Divinity convierte en acontecimiento el estreno de la nueva temporada. Hoy propone una jornada titulada Larga vida a Shonda, en honor a la productora ejecutiva con un maratón matinal de Sin cita previa, secuela ya finalizada de Anatomía de Grey. Esta noche toca capítulo doble de la nueva temporada. A las diez se abre con la dramática conclusión de la pasada tanda y al filo de la once el primer doble capítulo de la nueva remesa de episodios, pegados al estreno en Estados Unidos, como corresponde en estos tiempos.