Google ha comprado Fitbit por 2.100 millones de dólares, una adquisición que proporciona al gigante de Internet acceso al sector de las prendas o accesorios conectados a la Red (los conocidos como wearables).

“Hemos construido una marca fiable que da servicio a más de 28 millones de usuarios activos en todo el mundo”, dijo el cofundador y director ejecutivo de Fitbit, James Park, en un comunicado conjunto que anuncia el acuerdo. "Hace más de 12 años", continúa Park, "trazamos un plan en la compañía para hacer que todo el mundo sea más saludable. Hoy estoy increíblemente orgulloso de lo que hemos conseguido […] Google es un compañero ideal para para avanzar en esa misión y gracias a sus recursos y su plataforma global, Fitbit acelerará su innovación en la categoría de wearables".

Por su parte, el director de dispositivos de Google, Rick Osterlohen, explica en el blog de la compañía que con esta operación quieren "crear herramientas que ayuden a las personas a mejorar su conocimiento, su éxito, salud y su felicidad". Y ese propósito está "alineado con el de Fitbit, en ayudar a las personas a tener una vida más saludable y activa".

Fibit, cuyas oficinas centrales están en San Francisco, fue una de las pioneras en el desarrollo de wearables, y sus accesorios (pulseras de actividad, pulseras inteligentes, relojes inteligentes...) son especialmente populares en Estados Unidos. Sin embargo, la llegada de los relojes inteligentes (los smartwatches) de la mano de marcas de la potencia de Apple o Samsung (sobre todo, el Apple Watch) ha afectado al crecimiento de la marca. Algo que la incorporación a Google podría remediar si es que mantienen la marca, claro.

La transacción, aclararon ambas compañías, concluirá a mediados de 2020, siempre y cuando reciba la autorización de los reguladores.