El entrenador del Sevilla ve la "eliminatoria encarrilada, pero no decidida" y destaca el buen papel de los jugadores menos habituales. Prevé un partido distinto en la Liga el domingo: "Serán los mismos equipos, pero con distintos futbolistas".

En el primero de los tres duelos con el Athletic, el Sevilla aparca las expectativas ligueras para mantener su intensidad aun con las rotaciones.

El técnico soriano se ha metido en el bolsillo al equipo, la afición, la prensa y hasta a los trabajadores del club en medio año. Las sensaciones, con la impresión de que está exprimiendo al máximo sus recursos, mejores incluso que los resultados.

Las enquistadas renovaciones de Banega y Sarabia penetran como un palo en la rueda de la planificación. Con una plantilla corta, Machín espera un delantero y un zaguero izquierdo.

El técnico, tras recriminar ante sus compañeros los errores con las tarjetas de Mudo y Mercado, da la enhorabuena al equipo antes de las vacaciones.

El entrenador asegura que, pese a las bajas, ya que va con los disponibles a Leganés, su equipo y él sólo piensan en ganar. "Debemos estar acertados en las ocasiones, al Leganés cuesta genarle oportunidades", ha advertido.

El Sevilla se enfrenta al conjunto pepinero como solvente segundo clasificado liguera a tres puntos del líder.

Pablo Machín reitera que espera los refuerzos que prometió el club. “En junio quedó pendiente retocar la plantilla", afirma.

El entrenador del Sevilla se jacta de estar los "segundos" y de "rozar la excelencia", pero advierte de que "la autocomplacencia no es buena y pensar que está todo hecho sería un error".

El técnico sevillista le da mucho mérito a la primera parte, con "un Girona intenso que ha intentado aprovechar su mayor frescura", para madurar y romper el partido en la segunda parte. Pablo Machín destaca el 2-0 como un golazo: "Representa todo lo que queremos".