Sólo tú conoces lo que ocurre debajo del antifaz, si llegas hasta el fondo o no, porque te quedaste en ese recoveco sin querer seguir.

Todos tenemos nuestras parejas de nombres guardadas en la mente y en el corazón.

Podrán recrear las antiguas bullas que asolaban la ciudad y vivirlas como lo hacían los primitivos sevillanos.

Aquí tenemos cursada una singular maestría en insignias que cuentan historias, portadas por hermanos que revelan cuán cerca o lejos viene el paso que anhelamos.

Este despertar de sabores tiene un claro matiz femenino que generación tras generación se ha sabido mantener.

Es tanta la expectación creada por el Pregón de Enrique Casellas que las previsiones se han desbordado.

Este contrasentido urbanístico no puede hacernos retroceder al desarrollismo salvaje de los 60. Los Humeros alerta de un posible derrumbe de su capilla si se construye un edificio de tres plantas.

Por eso hay tanta verdad en la Semana Santa y en sus cofradías, porque se construyen con la vida y la muerte de quienes la configuran.