El Palquillo

Las hermandades de la Madrugada descartan cambios de orden para 2023

La cruz de guía del Gran Poder junto al palio de la Esperanza de Triana en Reyes Católicos, en 2018

Una solución quirúrgica en lugar de una revolución que deje más heridos. Las Hermandades de la Madrugada celebraron en la noche del martes su última reunión de cara a la reordenación de la jornada para la Semana Santa de 2023. El encuentro se cerró sin un acuerdo por parte de las seis cofradías, pero sí se avanzó que la solución pasaba por arreglar el nudo gordiano de la encrucijada de Zaragoza, Reyes Católicos y San Pablo que afecta a las hermandades del Gran Poder y la Esperanza de Triana, en lugar de apostar por cambios de orden que generen nuevas tensiones y problemas. Ahora será la sección de penitencia del Consejo la que valore la propuesta que traslade el delegado de la jornada para su aprobación definitiva el próximo 15 de diciembre.

En esta última reunión de las hermandades se pusieron sobre la mesa distintas propuestas de reforma. Durante el proceso de diálogo el foco se orientó hacia nudo gordiano de la calle Zaragoza, evitándose de este modo, valorar las propuestas que conllevan un cambio de puestos en la nómina que resultaría mucho más traumático y que, además, sería de resultado incierto.

Tras acordar mayoritariamente que no se valorarían las propuestas de cambio de orden, todas las miradas se pusieron en el cruce de las hermandades del Gran Poder y la Esperanza de Triana. Este punto es el lunar negro que actualmente tiene la Madrugada. Genera grandes tensiones en la corporación trianera que se tiene que comprimir excesivamente y que, además, sufre un importante parón para dejar libre al Gran Poder el paso de Zaragoza a Gravina en su regreso a San Lorenzo. Esta corporación, por su parte, considera que es la gran sacrificada desde que en 1967 adoptó este recorrido tras el bloqueo sufrido en la Madrugada del año anterior.

En el año 2018, para repartir los sacrificios, se acordó que el Calvario saliera de la Magdalena hacia la calle Gravina para buscar el Museo y entrar a la Campana por Alfonso XII. Este cambio, hizo que el Silencio tuviera que dar un segundo rodeo por la zona de la Gavidia para no encontrase con el Calvario en Alfonso XII. Esta nueva disposición, que se acordó por un año pero que se ha repetido desde entonces, no ha solucionado nada, más allá de perjudicar a otras dos cofradías y generar una nueva zona conflictiva en Alfonso XII. Además, se resolvió el otro punto negro que afectaba a los Gitanos y la Macarena en la calle Laraña, tras apostar esta última por un itinerario que la lleva a recorrer la Cuesta del Rosario, la Alfalfa y San Pedro.

Alargar los itinerarios

Centrados ya en el nudo gordiano de la calle Zaragoza, la opinión mayoritaria pasa por alargar los itinerarios del Gran Poder y la Esperanza de Triana. Esto permitiría que se separaran los cortejos, ganando metros para evitar el encuentro, a la vez que solucionaría los parones innecesarios.

De este modo, la Esperanza de Triana podría alargar su recorrido al llegar a San Pablo por Zaragoza para llegar a la Plaza Nueva y bajar por Tetuán, Velázquez y O'Donnell a la Campana. Así podría tener más metros para que la cofradía siga andando. Por su parte, el Gran Poder tendría que dejar libre la calle Zaragoza. Una solución es que al abandonar Arfe siga por Adriano y, a través de Santas Patronas, salga de nuevo a San Pablo para retomar su itinerario habitual. La diferencia en metros con el recorrido actual no es significativa. Los itinerarios definitivos tendrán que ser decididos por el Consejo.

Fuentes de la jornada consultadas por este periódico aseguran que las hermandades ya han hecho todo lo posible y que ahora es el Consejo el que debe valorar cuál es la solución más idónea, siendo esta la preferida mayoritariamente por las hermandades. En cualquier caso, la nueva propuesta se probaría y si no resultara muy satisfactoria se experimentaría una nueva configuración.

El problema del tiempo 

El otro gran problema de la Madrugada es la limitación de tiempo, siendo la jornada con las hermandades con más nazarenos. Para solucionar esta cuestión se apuesta por una autorregulación por parte de cada hermandad, al descartarse prácticamente por su complejidad un adelanto de la hora de inicio de la carrera oficial o de su final, donde la Hermandad de los Gitanos ya cuenta con un horario muy tardío. En esta línea se ha pronunciado en varias ocasiones el hermano mayor del Gran Poder.

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