Para muchos cofrades ha sido una sorpresa que los hermanos mayores votaran en el pleno del pasado lunes el proyecto de remodelación de la Carrera Oficial que permitirá a Cavada poner en práctica ese proyecto que lleva anunciando desde la campaña de 2015 para llevar los palcos hasta la plaza del Rey y el atrio del Ayuntamiento y convertirse, según sus palabras, "en una de las estampas de la Semana Santa de Andalucía".

Ahora, dispone de poco menos que cinco meses y medio para concluir la redacción de los pliegos y licitar y adjudicar un contrato que rondará los 200.000 euros anuales, un plazo que a la vista de los tiempos que suele gastar la administración se antoja de entrada bastante apretado.

Pero la idea del ejecutivo es que esa nueva Carrera Oficial que aprovechará la 'nueva' plaza del Rey una vez finalizadas las obras de remodelación –aunque prácticamente se da por hecho que los trabajos no estarán terminados en Navidad se espera desde luego que para esa fecha sí hayan acabado– se estrene en la Semana Santa de 2023.

Así que esa flamante Carrera Oficial con la fachada del Ayuntamiento de telón de fondo de todas las procesiones que el gobierno pretende desde hace casi 8 años sería un poco esa imagen que pondrá el broche para cerrar el mandato justo antes de dar paso a la campaña de las elecciones municipales.

Luego están también las hermandades, claro. Porque, aunque el proyecto planteado no implicará cambios sustanciales para la dinámica de las cofradías en la calle y más o menos se ciñe al formato actual, cada remodelación de la Carrera Oficial que se ha emprendido a lo largo de la historia ha supuesto para la Semana Santa isleña un hito que ha puesto a prueba su madurez. Y al menos hasta ahora –con independencia de que siempre haya cuestiones pendientes que resolver o mejorar– siempre se ha superado este reto con bastante éxito.

Haciendo memoria, fue en 1993 cuando el Consejo de Hermandades y Cofradías afrontó la difícil solución de trasladar la Carrera Oficial desde la calle Rosario hasta Real. Aunque por entonces los palcos solo se extendían desde el tramo de la calle General Serrano hasta San Diego de Alcalá, aquello fue el principio de una nueva forma de concebir la Semana Santa.

Bastaría una década para que la demanda de localidades presionará al Consejo para negociar con el Ayuntamiento isleño una nueva ampliación, esta vez hasta la esquina de la plaza del Rey. Eso fue en 2005. Y fue el gran cambio.

El palio de las Penas, entrando en Carrera Oficial.

Por primera vez se veía una Carrera Oficial acorde con la importancia de una ciudad que roza los 100.000 habitantes, tiene 22 hermandades de penitencia y presume de la Semana Santa como una de sus grandes fiestas y, sin duda, como la que tiene mayor capacidad para arrastrar a la gente hasta la calle.

Para muchas cofradías, llegar hasta la esquina de la calle Isaac Peral y regresar al templo se convirtió en un nuevo reto que obligó a reflexionar sobre cuestiones clave que todavía hoy siguen sobre la mesa: las horas de salida y recogida, la necesidad de que los pasos –y la procesión general– tuvieran un ritmo más ágil, de contar con cortejos más fluidos, de coordinarse con el resto de hermandades de la jornada de una manera más eficaz, de cumplir los acuerdos alcanzados previamente y respetarlas horas pactadas... Fue entonces cuando tomó forma con fuerza la figura del vocal de día del Consejo, el responsable de coordinar la jornada, el interlocutor entre las hermandades que procesionan cada tarde. En definitiva, fue un auténtico punto de inflexión.

En 2011, con el empuje que brindó el éxito indiscutible de la Magna, se afrontó una nueva ampliación al sumar a los 361 palcos más de 400 sillas que llevaron la Carrera Oficial hasta la altura del Centro de Congresos.

Ahora, el nuevo recorrido que se ha planteado discurrirá entre el tramo de la calle General Serrano y la confluencia de Isaac Peral tras recorrer el interior de la plaza del Rey y pasar por delante de los palcos ubicados en la escalinata del Ayuntamiento, donde estará la tribuna principal con las autoridades. La remodelación suma más localidades, aunque todavía no ha trascendido el número exacto en que se verán incrementado los palcos.

Otra cuestión diferente es cómo encajarán los isleños este proyecto de remodelación, porque más allá del ámbito cofrade la relación que los ciudadanos de a pie han tenido con la Carrera Oficial a lo largo de las últimas décadas y siempre que se han querido tocar los palcos ha sido una cuestión bastante compleja y llena de aristas. 

El tranvía circula entre los palcos de la Carrera Oficial.

Y el tranvía. Hay quienes han querido ver en esta nueva remodelación de la Carrera Oficial un triunfo del tranvía al restar peso a la calle Real en ese recorrido principal de la Semana Santa isleña. Y puede que algo de eso hubiera en el planteamiento inicial del equipo de gobierno, que pasaba por concentrar el grueso de los palcos en el interior de la plaza del Rey y en el atrio del Ayuntamiento, si bien el proyecto que finalmente se ha consensuado con el Consejo de Hermandades y Cofradías mantiene buena parte de los palcos en la arteria principal, por donde las procesiones seguirán pasando necesariamente para completar el recorrido.

Y desde la Junta de Andalucía, responsable del tranvía, no se ha pedido en ningún momento que se aplique cambio alguno a la Carrera Oficial. De hecho, el montaje de la Carrera Oficial sirvió durante la pasada Semana Santa para ensayar cómo convivirá este nuevo medio de transporte metropolitano con la mayor celebración de La Isla.