Huelva

8M en Huelva | La única mujer gruista en la provincia de Huelva

Carmen Gañán Pérez es la única mujer que ha trabajado como gruista en Huelva

Carmen Gañán Pérez es la única mujer que ha trabajado como gruista en Huelva / M.G. (Huelva)

Para Carmen Gañán Pérez "no hay un trabajo más bonito y gratificante que el de gruista". Lleva casi 20 años ejerciendo su gran pasión y no concibe dedicarse a otra cosa que no sea ayudar a los demás cuando están desamparados en mitad de la carretera. "Es un oficio que llena tremendamente", cuenta a esta redacción. 

Se trata de la única mujer gruista de la provincia de Huelva. Un oficio fundamentalmente de hombres en el que ella, asegura, se mueve como pez en el agua y siempre se ha sentido respetada. "La acogida que he tenido siempre ha sido buena, pero he reconocer que los comienzos no fueron del todo fáciles. La primera pregunta que me hicieron fue ¿Para qué quieres tú el carnet? A lo que yo respondí, "para trabajar", cuenta Carmen.

Ama su profesión, pero confiesa que, desgraciadamente, no conoce a ninguna otra mujer gruista en la provincia de Huelva. "Para mí no es un trabajo porque yo lo hago con ilusión. Eso es lo que deberían hacer todas las mujeres, pelear por sus sueños sin limitaciones. No hace falta la fuerza bruta para desarrollar cualquier profesión. Somos igual de fuertes que ellos".

Sin embargo, lamenta que, aunque ya la conocen bien en la provincia y la gente suele quedar encantada con su trato, hace años sí presenció situaciones de discriminación por parte de hombres, usuarios todos ellos, a la hora de que fuera una mujer "a rescatarlos". "Ha habido casos, hace ya muchos tiempo, en mis inicios, de hombres que no han querido montarse conmigo por ser yo una mujer, porque creían que no tendría fuerza o no iba a ser capaz de realizar el servicio", recuerda tristemente. 

Una vez la llamaron para cambiar la rueda a un BMW. Tenía un tornillo atascado que no podía sacar el propietario del vehículo. Cuando este la vio llegar con la grúa dudó de su profesionalidad exclamando "¿Ahora me mandan a una mujer? ¿Si yo no soy capaz de sacar este tornillo, cómo vas a hacerlo tú?" A lo que Carmen, respondió: "Si usted tiene fuerza bruta, yo tengo fuerza inteligente". Cogió una barra de antena, la llave de cuatro de cruceta y con un sólo dedo sacó el tornillo. "Me agradeció el trabajo y me dio, además, 20 euros de propina por lo bien que lo había hecho", narra la gruista. Sin embargo, sí se ha sentido siempre apoyada y querida por el resto de sus compañeros y de sus jefes, "es más, todos, incluso los agentes de Policía, pedían que fuera yo la que acudiera en su ayuda porque quedaban encantados con mi forma de trabajar".

Aunque actualmente se encuentra en paro porque está cuidando de su padre en Extremadura, ya cuenta los días para regresar a la provincia de Huelva y subirse al camión. Algo que sucederá, probablemente, para la próxima Romería del Rocío y que espera con gran entusiasmo porque "para mí es un orgullo salir a la carretera a ayudar a quien ha sufrido un pinchazo o a calmar a quien ha sufrido un accidente". Eso sí, es consciente de que ha elegido una profesión sacrificada, dura y que no está bien pagada. Afirma que muy pocas mujeres se animan a ser gruistas, además por el riesgo al que están expuestas, los numerosos kilómetros que hay que recorrer cada día y las largas jornadas de trabajo. "A pesar de todo, ella echa en falta ver a más mujeres en el sector. "Al igual que hay más camioneras, un empleo más duro por las noches en carretera, dice, tienen que atreverse con esta profesión con un gran matiz de servicio y que, al menos te permite dormir cada noche en casa". 

Carmen Gañán Pérez Carmen Gañán Pérez

Carmen Gañán Pérez / M.G. (Huelva)

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