Cada día se reconoce más la calidad de la almendra mediterránea y ecológica, existiendo una gran demanda. En España la situación no es menos, siendo la península ibérica un referente mundial. Diferentes estudios apuntan que el consumo de las almendras y los pistachos continuará creciendo a pesar de la inflación mundial.

Con Estados Unidos como líder, la escasez y el elevado precio del agua en el país norteamericano provocarán que se reduzca su producción de almendra y pistacho en los próximos años, situación que beneficiará a Crisara, al producir el 80% en secano (el resto se trabaja con pequeñas dotaciones de agua).

La bandera de Crisara seguirá siguiendo el ecológico, ya que Estados Unidos apenas tiene el 1% de este mercado, máxime al tener las posibilidades de crecimiento están muy limitadas y condicionadas principalmente por ser cáscara blanda y recolección del suelo.

Crisara ha detectado el gran interés y sensibilidad de grandes grupos por consolidar inversiones de futuro a largo plazo, lo que ha provocado que los inversores estén interesados en este sector, poniendo su punto de mira el almendro y pistacho como una estrategia sostenible y rentable.

La agricultura ecológica y regenerativa despierta el interés entre los que quieren poner su dinero en sitio seguro, la Agenda 2030 impone que el 20% de la superficie nacional sea ecológica y esta reforma ultra ecológica está presente en el Plan Estratégico de la PAC 2023-2027.

Alternativa de cultivo sostenible y rentable

El modelo de Crisara representa en suelo español una alternativa de cultivo sostenible y rentable a largo plazo, pistachos y almendras como una solución a la España vacía. Es un modelo de gestión integral sostenible, que representa la agricultura ecológica y regenerativa con una baja huella de carbono, hídrica y social, así como una agricultura eficiente, rentable y respetuosa con el medio ambiente y la economía familiar agraria de los territorios rurales.

Crisara cierra con este modelo un circuito posicionándose en el mercado con más de un millón y medio de plantones de pistacho y almendro vendidos anualmente, criados en sus viveros de forma sostenible y con los máximos estándares de calidad. Además, aplica la tecnología más avanzada, con la mejor genética, portainjertos clonados in vitro y certificación etiqueta azul que aporta vigor y seguridad sanitaria. Todo ello y su exclusivo sistema de gestión hacen que lleguen a las fincas de sus clientes plantas de la máxima calidad en las mejores condiciones.

La compañía asesora técnicamente desde el momento de plantación cerrando el ciclo completo: plantación, formación, poda, fertilización, sanidad vegetal, recolección y comercialización. Así controla todos los tiempos y procesos, además de comprometerse con sus clientes a la máxima rentabilidad dentro de un modelo social y mitigador de cambio climático.